El Goyu-Ryu hace pleno, tres de tres, pero como diría el
otro, las cosas no son como empiezan sino como acaban. Y en
esta tesitura se encuentra el técnico gimnasta Damián
Torres, que ya ha pasado por idéntica situación la pasada
temporada, cuando dirigía los designios de la Unión África
ceutí, donde también sumó por victorias sus encuentros,
hasta que en la cuarta jornada se medió al Betis, y de tocar
el cielo, en pocas jornadas se vio abocado al sufrimiento.
El resto de la jornada no deparó sorpresa alguna y los
favoritos ya están haciendo méritos para que cuando llegue
el final de campaña estar en disposición de disputar al Copa
del Rey. Este es el caso tanto del Betis como del Córdoba,
que se repartieron los puntos en uno de los encuentros más
interesantes de la jornada.
El Córdoba presentó realmente su candidatura a todo esta
temporada tras lograr un empate a domicilio frente al Betis,
un rival directo en la lucha por hacerse con el puesto más
alto de la tabla.
El respeto mutuo fue la nota predominante al inicio del
encuentro, se mantuvo la misma tónica hasta que el bético
Lechuga arrancó al colegiado del encuentro un penalti, en un
centro pasado y tras su caída el colegiado señaló una pena
máxima que el propio jugador Lechuga se encargó de
transformar, adelantando así a su equipo en el marcador.
El Córdoba reaccionó con el tanto en contra y se hizo con el
control del partido. Su presencia ofensiva consiguió su
merecida recompensa.
Tras una falta cometida sobre Pedro y lanzada por Manolillo,
Pascual logró marcar el tanto que ponían el marcador de
nuevo en las tablas iniciales.
El cuadro que dirige Alfonso Hidalgo, mantuvo su presencia
arriba aprovechando el desconcierto de los hispalenses, con
la intención de conseguir un segundo tanto que permitiera
marcharse con ventaja al descanso a la escuadra cordobesista.
Éste llegó en una jugada de Carlos que batió al portero por
bajo.
Tras la reanudación, el Betis, fruto de los cambios, salió
del vestuario dando otra imagen. Mediado este periodo, el
Betis comenzó a tener más presencia cerca del portal de
Molero, que sin embargo se mostró intratable en los balones
aéreos que se empeñaban en colgar los béticos. Sin embargo,
de nuevo apareció el árbitro de la contienda. Santos Pargaña
señaló un nuevo e inexistente penalti que en esta ocasión
detuvo bien el cancerbero blanquiverde.
En el tramo final del encuentro, el Betis elevó su dominio
buscando el empate, aunque éste llegó en una jugada
desafortunada de los cordobesistas, pues un centro de David
rozó en Villarejo despistando a Molero y significando el
tanto de la igualada.
Tras el empate, el Córdoba disfrutó de hasta dos ocasiones
claras para haberse puesto por delante en el marcador. En
ellas, sendos disparos de Ángel se marcharon fuera por poco.
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