Los porcentajes sobre obesidad y sobrepeso crecen y se
engordan de forma constante en todos los países
industrializados desde hace varias décadas. Sedentarismo y
modelos de alimentación inadecuados -altos en calorías,
azúcares y grasas- contribuyen a que la ‘epidemia del siglo
XXI’, como la ha calificado la Organización Mundial de la
Salud, siga con su expansión silenciosa. La dieta
mediterránea y el deporte pierden enteros frente a la comida
rápida y las horas frente al televisor. Parte de la
población infantil crece moldeada por estos dos parámetros.
Lejos de la imagen de que ‘un niño gordo es un niño sano’,
la obesidad provocará en el futuro problemas de salud a
muchos jóvenes occidentales.
El estudio Enkid ( finalizado en el año 2000) es una especie
de ‘biblia’ para el análisis de la prevalencia de la
obesidad en España, cuya tasa se ha duplicado en los últimos
quince años, pasando del 6,4 por ciento en 1984 al 12,4 por
ciento actual. Los varones de entre 6 y 13 años serían la
franja poblacional más afectada, y con una especial
incidencia en las comunidades de Canarias, Galicia y
Andalucía. El problema es que el estudio no recoge datos
referentes a Ceuta.
Briz, pionero local
Francisco Briz, médico estomatólogo del Hospital Militar de
la Ciudad Autónoma, además de constatar este hecho se
decidió a poner cifras a la obesidad y el sobrepeso infantil
a nivel local. Así nace el estudio PONCE (Prevalencia de la
Obesidad Infantil en Ceuta) un análisis que presentó, en
2005 dentro de las Jornadas de Atención Primaria, celebradas
en la ciudad. El informe del doctor Briz ofrece datos que
invitan a la reflexión sobre la forma en que los niños
ceutíes se alimentan e invierten las horas de ocio. “No
superamos las cifras de España pero estamos por encima de la
media europea”, destaca. En Ceuta, el 22,57 % de los niños
sufre obesidad 8,75 por ciento) o sobrepeso (13,81 por
ciento).
Francisco Briz alerta sobre la poca atención que se dedica
al fenómeno en los centros escolares donde debería educarse
sobre el valor de una dieta equilibrada y los beneficios de
la actividad física, bien dentro de una materia ya
establecida bien creando una nueva asignatura. “La
prevención de la obesidad debería comenzar en la infancia”,
determina en el estudio PONCE, “época de la vida en la que
el niño adquiere los hábitos y estilos de vida que influirán
sobre su comportamiento alimentario en la etapa adulta”.
Por todo esto, Briz –junto a la médico especialista en
Endocrinología y Nutrición del Hospital La Paz, Ana Cos, y
la médico de Atención Primaria del Ingesa, Ana María Amate-
recomienda que se ponga en práctica en los centros
educativos de la Ciudad Autónoma la estrategia NAOS, un
conjunto de actividades diseñadas por el Ministerio de
Sanidad y Consumo en 2004 cuyo objetivo es ‘mover’ y
alimentar mejor a la población infantil española a través de
la actividad física regular y la dieta sana. Briz conviene
que el colegio es uno de los espacios clave para atajar el
problema, pero lamenta la inexistencia en Ceuta de un
pabellón municipal donde los jóvenes puedan practicar
atletismo u otras formas de ejercicio físico de forma
gratuita.
Consecuencias nefastas
Francisco Briz, que ejerce su profesión en el Hospital
O’donnell, advierte de las consecuencias negativas de
continuar dando la espalda a esta epidemia. “Un niño obeso
será un adulto obeso”, determina e incide en los problemas
de salud que la obesidad producirá en el futuro: riesgo
cardiovascular, problemas circulatorios y un largo etcétera
capaz de poner en guardia a la comunidad sanitaria española.
El ejercicio, por encima de la restricción calórica, es la
clave para reducir la grasa corporal. Los videojuegos y la
televisión frenan cualquier intento de actividad física. Un
niño pasa frente al televisor una media de cinco horas
diarias, ¿cuándo hay tiempo para la actividad física? Y si
la merienda consiste en una pieza de bollería industrial o
una hamburguesa (con una altísima concentración de grasas o
azúcares) el cóctel ya está servido.
Comida basura e inmovilidad hacen de cualquier niño un
proyecto de obeso.
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