Quinientas personas se vieron ayer afectadas por el retraso
en el embarque de la nave de Euroferrys que tenía su salida
prevista a las 21:00 horas. El capitán de la embarcación
decidió paralizar el servicio como medida de precaución ante
el hallazgo de un vehículo “sospechoso” en la zona de
aparcamiento de la nave. Una furgoneta blanca de matrícula
marroquí alarmó al responsable de la tripulación del ferry,
que fue desalojada del barco para que los agentes de la
Guardia Civil realizarán una inspección. El automóvil
abandonado provocó el retraso de más de horas del embarque
justo cuando los pasajeros se encontraban en la misma
puerta.
Los TDAX inspeccionaron el vehículo porque una de las
hipótesis de los agentes era la posible existencia de
explosivos. Asimismo, el procedimiento habitual también
contempla la inspección de los perros para detectar
cualquier sustancia estupefaciente.Fuentes de la Guardia
Civil así como de la compañía naviera destacaron que estas
inspecciones son habituales por medidas de seguridad, ya que
no es la primera vez que se halla un vehículo sin conductor.
Los agentes procedieron, además, a la identificación del
propietario del automóvil para constatar si era un vehículo
robado. Una intervención policial que dejó en tierra a
quinientas personas, que simplemente fueron informadas por
parte del Capitán del barco, que llegó procedente de la
Ciudad Autónoma a las 20:45 horas. Los pasajeros fueron
embarcados en un Buquebús a las 23:00 horas rumbo a Ceuta.
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