Quince años cumpliendo funciones en la administración local
desde que en 1991 ejerciera de concejala por el Partido
Popular y perteneciente al ahora PP desde tiempos de AP
(1986), Carolina Pérez, consejera de Medio Ambiente, se ha
visto involucrada en las últimas semanas en mitad de una
polémica generada con signos evidentes y cierto ‘tufillo’ de
interés manifiesto respecto a la limpieza de la ciudad.
La más que cercana fecha electoral es motivo claro para que,
en el juego político, la limpieza viaria se erija en un
argumento esgrimible y habitualmente recurrido por todo tipo
de oposiciones. Escenario al que se añade la presencia
aprovechada de quienes buscan otro tipo de réditos.
¿Carolina Pérez, para fijar una situación clara, la Ciudad
está limpia?
Todo es mejorable, pero el nivel de limpieza es aceptable.
Ya nadie se acuerda de cómo estaba la ciudad hace algunos
años, aunque es legítimo aspirar a más. No nos pueden hacer
ver lo que no es, pero la realidad es que Ceuta es una
ciudad muchísimo más límpia. No creo que tengamos las calles
pringosas.
Me he ‘pateado’ las barriadas, he hablado con muchas
personas y Ceuta tiene un alto nivel de limpieza. Creo que
esta polémica no se ajusta a la realidad dado que la ciudad,
podemos asegurar, está entre las poblaciones más límpias. El
movimiento vecinal es reivindicativo y es lógico que quieran
mucho más
Centro o barriadas, fuente de un debate casi permanente e
interesado
Todos los contratos, sea la empresa de limpieza que sea, en
cualquier punto del país, refuerzan los centros de las
ciudades porque son las zonas supuestamente más transitada;
es a donde llegan los visitantes, los propios ciudadanos de
las distintas barriadas, los propios residentes de esta
zona; en los centros de las ciudades son donde se ofrecen
mayores servicios a los ciudadanos. En Ceuta concretamente
tenemos el Palacio de la Asamblea, la Delegación del
Gobierno, los bancos, las cajas, los negocios donde es
cotidiano y común los múltiples trámites de los ciudadanos,
los paseos... Para la Ciudad Autónoma, el centro empieza en
San Amaro y acaba en Parques de Ceuta y para ello se cuenta
con 24 barrenderos, sin embargo el cuerpo de trabajadores
para los barrios está formado por 54 operarios, con eso creo
que ya está todo dicho.
A raiz de sus declaraciones, ha surgido otra polémica, los
precios de los trabajadores
Jamás he criticado lo que cobra un trabajador, pero sí he
hablado de lo que nos cuesta a la Ciudad. Por cada peón, la
empresa nos cobra el coste del salario, seguro social, las
vacaciones, los asuntos propios, el absentismo, el beneficio
industrial... Se lo he hecho ver a UGT y ha quedado claro
que en ningún momento he criticado lo que gana un
trabajador, faltaría más.
Pero ¿por qué esta polémica ahora si, según parece, en nada
ha variado el nivel de limpieza y de servicios?
Es que no ha cambiado nada, al revés, se han reforzado
servicios.
¿Polémica artificial entonces?
Hay que ser prudentes, las quejas sobre la limpieza han sido
puntuales y la Ciudad siempre ha estado detrás de Urbaser
para exigirle la optimización de los servicios y, hay que
decirlo, la empresa ha ido respondiendo. Cuando las
barriadas han necesitado de algunos servicios por las
festividades de sus barrios, la Ciudad se lo ha pedido a la
empresa y ésta ha respondido. No creo que la ciudad esté tan
sucia, ni que hayan surgido problemas nuevos; hay que
recordar que estamos en pre campaña, que faltan ocho meses
para unas elecciones y en este juego político parece que
todo vale.
¿Se has sentido apoyada en este aparente ‘rifi-rafe’?
El apoyo lo tengo del presidente de la Ciudad y me siento
muy respaldada tanto por él como por todos mis compañeros de
Gobierno. Pero somos políticos y tenemos que afrontar la
crítica tanto la constructiva -que lo hacemos con un
excelente grado-, como la que se ha empleado en esta
ocasión.
¿Se arrepientes de algo en este asunto?
No tengo que arrepentirme de nada, dije la verdad. No dije
ni mi verdad ni la de otros y no tengo nada que ocultar.
Hablé de la relación contractual de la Ciudad con Urbaser y
comenté lo que es una constante; a Urbaser lo estamos
fiscalizando desde siempre, pero es verdad también que, a
medida que nos han solicitado servicios especiales desde los
barrios, la empresa de limpieza ha respondido y las ha
atendido. La oposición critica que hemos caído en los brazos
de Urbaser y eso es rotundamente falso. El Gobierno de Ceuta
trata a Urbaser como a cualquier empresa que mantiene una
relación con la Ciudad Autónoma y la Administración está en
el derecho de hacer cumplir el contrato con todos los medios
a su alcance sin perjuicio de que mantengamos un trato
correcto y de colaboración, punto y final.
O sea que el trato entre Ciudad y Urbaser es bueno
Efectivamente así es, lo tengo que decir. La empresa de
limpieza funciona bien pero, por otra parte, como
corresponde a nuestra responsabilidad por ser los garantes
del buen servicio a los ciudadanos, debemos hacer uso de
nuestra situación de representantes de los ceutíes a quienes
representamos. Hay que entender tambien que, como en
cualquier empresa, se producen altibajos en los
funcionamientos como consecuencia de circunstancias
sobrevenidas en base a bajas laborales etc... por eso
tenemos que estar encima, como lo estamos y seguiremos
estando.
Y la ciudad ha crecido y sigue creciendo
En cinco años la ciudad ha dado un cambio muy grande. No
sólo el centro, en los barrios se han remodelado amplísimas
zonas y, por tanto, se ha tenido que optimizar los servicios
en función del contrato vigente que da posibilidad de
reorganizar los mismos para adecuar las distintas nuevas
necesidades.
Unas optimizaciones basadas en?
Repartir trabajos. Hemos dicho que lo que empleaba y tenía
previsto Urbaser para limpieza de vaguadas se trasladara al
barrido de las barriadas. De este modo ganamos presencia de
operarios y se ofrece un servicio más directo en nuestros
barrios; vamos a incorporar nuevas tomas de agua en
distintos puntos de la ciudad para que las cubas carguen más
facilmente; los ‘cuartillos’ de Urbaser están situados en
puntos en los que, a veces, los operarios tardan su tiempo
en llegar al punto de barrido y la propia empresa se ha
puesto en disposición de ejecutar fórmulas capaces de lograr
una mayor optimización, como ha venido haciendo siempre, no
lo podemos negar. Repito, nuestro trabajo como
administración es fiscalizar a la empresa para que los
servicios se cumplan a satisfacción.
Muchos años en la Administración, después de estos ‘golpes’
más o menos intencionados, ¿Quedan fuerzas para seguir,
ahora que se plantea el fin de una etapa y el comienzo de
otra?
Yo estoy a disposición del partido. Tengo que decir que
estos quince años dedicados a la política, lo he hecho y lo
seguiré haciendo con toda la ilusión de luchar por Ceuta, y
es un orgullo, para mí, que se haya contado conmigo. Trabajo
intentando hacer lo mejor en el objetivo del bien general.
Sólo puedo hablar de agradecimiento a todos los que confían
en mí.
Codazos en el partido, ¿los has notado?
En el Partido Popular no los he visto o no me he dado
cuenta. Aunque estamos de paso en el servicio a la
ciudadanía, y en mi caso se ha alargado en el tiempo, el
único aval es el trabajo y la dedicación que es la mejor
manera de demostrar la disciplina. Se ven fantasmas donde no
los hay.
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