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Mohamed Yunus no es ningún
desconocido, sobre todo, entre las miles de personas a las
que ha ayudado a levantar un pequeño negocio o una vivienda
a través de los tan socorridos microcréditos. Bajo la
premisa de que el aval económico es la propia persona, su
trabajo y su empeño, Yunus ha configurado una red bancaria
basada en la concesión de créditos sin papeles de por medio
y de la que se benefician principalmente las mujeres de los
países en vías de desarrollo. Y por eso este año será quien
reciba el Premio Convivencia de la Ciudad Autónoma de Ceuta.
El director del Instituto Cervantes en Tetuán, Miguel
Espotorno, destacó ayer, durante la comparecencia de prensa
a la que también asistió la consejera de Cultura María
Isabel Deu, la humanización del sistema que ha desarrollado
este economista bangladeshí, que inició su andadura como
creador del ‘banco de los pobres’ cuando repartió 27 euros
entre 42 familias que malvivían en su país. de origen.
Mohamed Yunus recibirá este año el Premio Convivencia
después de que se hayan descartado nombres tan importantes
como los de Adolfo Suárez, ex presidente del Gobierno de
España, la escritora Dominique Lapierre o el alcalde de
Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. Este año se ha premiado la
lucha integradora que toma la coyuntura actual para darle la
vuelta y poner en lo alto de la pirámide a quien más lo
necesita. Mohamed Yunus ha sido el elegido por unanimidad
del jurado, compuesto a su vez por personajes con
responsabilidad social y política. Un premio justo y
merecido al trabajo cotidiano, a los ojos despiertos y a la
entrega a los demás. Ahora sólo queda que Yunus viaje hasta
Ceuta y nos diga, de palabra, en qué consiste su tarea
diaria que distará mucho del reparto en mano: el Grameen
Bank -el banco rural- dispone de numerosas sucursales en
todo el mundo dedicadas a la entrega de pequeños capitales a
aquellas personas que tengan una idea para sobrevivir de
forma digna.
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OPINIÓN / EDITORIAL
