Los activos de Endesa en Ceuta suponen el único punto de
producción de energía eléctrica para la ciudad. La planta se
encuentra inmersa en plena reforma de sus instalaciones. Los
operarios trabajan mientras a su alrededor la planta que
conocen desde hace más de 25 años está sufriendo una nueva
transformación. El aumento de producción que supondrá el
octavo grupo no se verá afectado por los avatares
financieros de la entidad.
Cualquier panorámica de la planta diésel desde el exterior
sitúa al espectador ante una serie de tanques con una
función determinada por una franja de color. Acumulan la
materia prima con la que trabaja la fábrica, fuel-oil Bia,
con una baja concentración de azufre y diesel-oil. La isla
energética que supone Ceuta hace que se sirvan de la carga
que los buques transportan a un gran depósito a pie de
Muelle, conectado mediante una serie de tuberías
subterráneas con los puntos de almacenaje correspondientes.
Junto a éstos, también se conservan los lodos residuales,
que un camión cisterna recoge cada 15 ó 20 días.
La planta, que se ubica en unos terrenos cedidos por la
Autoridad Portuaria de 5.200 metros cuadrados en el Muelle
Cañonero Dato, posee dos naves. Cada una de ellas, alberga
una serie de motores generadores de energía eléctrica
mediante combustión. Los grupos son de tecnología alemana,
sobre todo, las adquisiciones más modernas.Una zapata
corrida de hormigón armado constituye la cimentación de las
naves, que soportan un sistema elástico de muelles bajo los
motores para evitar la transmisión y vibraciones en la
planta de los edificios. Las naves cuentan con un
aislamiento acústico que evita que el nivel de ruido
exterior supere los 45 decibelios.
Actividad
La actividad en la planta diésel se controla desde una sala
totalmente equipada, aunque también existe la posibilidad de
realizar cualquier maniobra manualmente desde los paneles de
control. La producción se adecúa a las previsiones de
consumo según las horas puntas o las épocas del año. La
premisa que coordina la actividad de los operarios es
funcionar con el menor número de grupos. La política de
ahorro está bien asimilada entre los responsables del
funcionamiento de la central. Los días laborables se
utilizan 120 toneladas de fuel-oil frente a las 95 que se
emplean los festivos, aproximadamente.
Endesa tiene en plantilla a 31 trabajadores, de los que 21
componen el servicio de operación, 4 de mantenimiento, y 6
de la jefatura de centro, personal administrativo y técnicos
de apoyo. La coordinación es fundamental.
El fuel-oil se depura y se calienta antes de introducirlo en
los motores diesel para evitar las impurezas en su
combustión. Los motores de la central son muy similares a
los de los automóviles. Cada uno trasforma la energía
química del fuel-oil en energía mecánica en el eje de su
cigüeñal, que se transmite a un alternador. Este, a su vez,
la convierte en energía eléctrica, que se transporta
mediante cables de media tensión y transformadores hasta los
consumidores finales.
La central aprovecha el agua salina, al encontrarse cercana
al mar, para la producción y refrigeración, la generación de
vapor para calentar el combustible -se alcanzan unas
temperaturas que rondan los 450 grados- o la depuración del
aceite de lubricación, entre otros aspectos.
Las auditorías medioambientales internas son muy severas,
aseguró Eduardo Chacón, responsable del departamento en
Endesa. Anualmente, técnicos del grupo estudian los niveles
de ruido, emisiones, gestión de residuos y vertidos. Esto
responde al propio Sistema de Gestión Medio Ambiental de la
compañía, establecido obligatoriamente a nivel nacional.
Chacón transmitió que la compañía es consciente de los
riesgos que entraña su actividad y equipa a sus centrales
con las instalaciones necesarias para respetar los
principios medioambientales, como naves herméticas y
canalizadas, tanques de decantación o una depuradora, entre
otras. Estas medidas se reflejan en los informes externos
que anualmente la Consejería solicita a la planta, con lo
que “es una entidad independiente la que nos evalúa”.
Los residuos peligrosos se depositan en diferentes
contenedores. Ecoceuta gestiona esta serie de deshechos. El
almacenamiento de lodos, aceite, agua oleosa y restos de
fuel se lleva a cabo en un depósito de 50 toneladas, que se
trasladan a la península para su posterior incineración en
una empresa situada en Puerto Real. La empresa EPTISA se
encarga de realizar dos mediciones de ruido al año y
comprobar que no superan el umbral permitido. En cuanto a
las emisiones, el responsable de Medio Ambiente de la
compañía aseguró que se respetan los límites establecidos
por la Ley, “si no fuera así no habríamos renovado el
certificado ISO 14.001”.
Sus inicios
La Empresa Nacional de Electricidad comenzó a producir
energía en Ceuta en 1955, cuando entró en servicio el
primero de los grupos de vapor denominados ‘Móviles’. La
central se ubicó en El Tarajal desde 1970 hasta 1985.
Constaba de un grupo de vapor de 7.500 kilowatios, y un
motor diesel de 3.250 kilowatios.
En 1980 se inauguró la Central Diesel de Ceuta, que desde el
cierre de la Central del Tarajal ha sido y es el único
centro de producción de electricidad de la Ciudad de Ceuta.
En 1998 se modificó la denominación de Empresa Nacional de
Electricidad al privatizarse ésta, pasando a denominarse
Endesa, S.A.
En 2000, y debido a la reorganización societaria sufrida por
el Grupo Endesa, las instalaciones existentes en Ceuta
pasaron a depender formalmente de Endesa Generación, S.A.,
aunque esto no supuso ningún cambio en la gestión de la
central. Sin embargo, el rumbo de la empresa vendrá
determinado en los próximos años por el desenlace de las
operaciones bursátiles para comprar la compañía, que está
cumpliendo con su calendario de inversiones en la Ciudad
Autónoma. Y es que, los activos de Endesa en Ceuta se
integran perfectamente en el funcionamiento global de la
compañía porque su carácter extrapeninsular no la aisla del
resto de unidades, como a puede parecer a priori.
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Vivas pide suficiencia y tarifas más baratas
El presidente de la Ciudad
Autónoma, Juan Jesús Vivas, considera fundamental la
garantía de suministro y tarifas más económicas ante la opa
a Endesa. “Cualquiera que fuera el desenlace de la compra lo
que hay que garantizar es que Ceuta tenga suficiencia
energética hoy y en un futuro. Esa es nuestra posición, si
vamos a más, lo que nos gustaría es que en el ámbito de las
tarifas y por lo tanto, del coste de la energía eléctrica
pudiese contemplarse algún día el aspecto de insularidad de
cara a un posible abaratamiento de las tarifas”, dijo.
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