Pepe Ríos, presidente del Atlético de Ceuta, anunció esta
semana que tomaría medidas drásticas para dar un giro a la
situación del club si contra el Algeciras no mejoraban las
cosas.
Después de lo de ayer se avecinan cambios en la disciplina
atlética. La junta directiva se reunió durante dos horas y
media tras el encuentro y nadie está a salvo en la plantilla
rojiblanca.
El enfado de Ríos era ostensible tras el encuentro y estaba
muy caliente. Esta semana habrá sorpresas y ya se trabaja en
paliar la complicada situación del equipo.
No hubo tanto ambiente como en la primera jornada pero se
acercaron muchos futboleros al antiguo 54. Varios jugadores
de la Asociación Deportiva Ceuta estuvieron viendo el
partido, también directivos como Antonio García Gaona o
Felipe Escane. El jerezano Carlos Orúe siguió en directo las
incidencias del choque.
El punto negativo, además de la derrota, estuvo en los
continuos insultos que recibió el árbitro asistente que
estaba en la banda de los banquillos. El colegiado andaluz
Álvarez amenazó con no seguir pitando si no se retiraban de
detrás del banquillo local diferentes aficionados y gente
allegada al club. Incluso al final del duelo el
recoge-pelotas atlético se encaró con el árbitro asistente
citado y tuvo que contenerle un suplente del Atlético de
Ceuta para que la cosa no pasara a mayores. Un detalle feo
tras una derrota justa después del pitido final.
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