Las dos colaboradoras de Aldeas Infantiles enviadas a Ceuta
se han ido con un muy buen sabor de boca y “muy contentas”
por el trato mostrado por los ceutíes, ya que “son muy
solidarios y han colaborado en todo lo que han podido”.
María Antonia Rosa y Ana Capilla, en su tercera visita a la
ciudad, han hecho una labor muy buena y, aunque a veces han
tenido que quitar el stand de la calle debido a la lluvia,
han conseguido lo que querían, que la gente colabore con
esta buena causa.
Las colaboradoras de Aldeas Infantiles han pasado unos días
muy agradables en la ciudad, de la cual destacan su belleza
y la gentileza de sus habitantes. María Antonia nos cuenta
que no todo ha sido trabajar en sus días de estancia en la
ciudad, ya que también han tenido tiempo para el ocio y para
conocerla mejor. El paseo en helicóptero ha sido una de las
actividades que más le han gustado. Aunque no han tenido la
oportunidad de visitar el Parque Marítimo del Mediterráneo,
lo han visto desde la Marina Española, destacando su “gran
atractivo”.
María Antonia y Ana se sienten “muy satisfechas” por la
labor que están desempeñando, aunque ésto a veces les
suponga estar lejos de su familia.
Estas malagueñas, que se recorren todos los rincones de la
geografía española recaudando fondos para los niños
necesitados y buscando socios y padrinos, partirán el
próximo día 24 del mes en curso hacia Melilla, donde
seguirán haciendo lo que más les gusta, “ayudar a los niños
sin familia.”
Una de las muchas cosas buenas de Aldeas Infantiles es que
no separan nunca a los hermanos, manteniéndolos siempre
unidos. Según cuenta María Antonia Rosa, “nuestra ONG da
cobijo a los niños hasta que se independizan, otras
solamente hasta los 18 años.”
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Aldeas Infantiles, el dulce hogar de los niños más
necesitados
Aldeas infantiles es una
organización no gubernamental sin ánimo de lucro de atención
directa a la infancia, internacional, privada e
independiente de toda ideología. La primera Aldea nace en
Austria en 1949 y en la actualidad está en 132 países
ayudando permanentemente a más de 200.000 niños y jóvenes.
Desde hace 55 años viene ofreciendo a niños y jóvenes que
provienen de familias desestructuradas o en situación de
riesgo, un hogar estable y una formación sólida; defendiendo
sus derechos y educándoles en la tolerancia, la solidaridad
y el respeto para que lleguen a alcanzar una vida autónoma.
Aldeas Infaniles es un grupo de casas integrado en el
entorno de la sociedad. Cada casa es un hogar y una familia.
Los niños conviven en las Aldeas con madres SOS, es decir
educadores permanentes que les brindan amor, apoyo y
estabilidad.
Esta ONG acoge a grupos de hermanos para que no sean
separados. Uno de sus objetivos es que los niños crezcan sin
perder sus vínculos afectivos.
El compromiso de Aldeas Infantiles SOS con los niños
sobrepasa su mayoría de edad hasta su total independencia;
es un proyecto individualizado y a largo plazo.
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