La Ciudad Autónoma se ha propuesto
recuperar el tradicional Parque de San Amaro, de modo que
los ciudadanos vuelvan a notar ese directísimo contacto con
la naturaleza y con los animales.
Regresar a aquella estampa de niños rodeados de palomas, la
visión de los estanques plagados de ocas, patos, con la
majestuosidad de los cisnes; la infinidad de aves y los
numerosos animales con la principal atracción de los
simpáticos monos... y todo ello, aderezado de una apropiada
vegetación autóctona, cuajada de plantas, árboles y con unos
equipamientos perfectamente adaptados al entorno de este
sinigual paraje natural ceutí, es una de las aspiraciones de
todos y cada uno de los ceutíes que, de algún modo, han
crecido con el Parque de San Amaro formando parte de sus
vidas.
Este verdadero pulmón que, en su día, mereció la ubicación
de un busto del recordado Feliz Rodríguez de la Fuente
presidiendo el principal acceso al lado más natural del
Parque, necesita de unas obras y de un proyecto global que
tienda a la recuperación de este majestuoso entorno aferrado
a una de las laderas del mítico Monte Hacho.
Dicho y hecho, el presidente de la Ciudad visitó ayer el
Parque para impulsar esta nueva actuación que culminará con
la puesta en valor y al servicio de los ciudadanos de este
magnífico paraje natural del que no se le saca el provecho
que su potencialidad ofrece. Un verdadero parque temático de
la naturaleza ceutí donde podrían converger los seres vivos
autóctonos en un entorno para el conocimiento, para el
disfrute y para el esparcimiento.
El proyecto se está desarrollando y pronto será la fecha en
la que las actuaciones de recuperación den comienzo. El
Parque de San Amaro necesitaba de una mirada de la
administración pública con la que ya cuenta. Cada vez queda
menos, pues, para que San Amaro vuelva a brillar con luz
propia.
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