En la mañana de ayer la Obra Social ‘La Caixa’ y la Ciudad
Autónoma de Ceuta presentaron en una carpa instalada en el
Recinto Ferial una exposición interactiva sobre el SIDA y el
sistema inmunitario. La muestra, que tiene como principal
objetivo explicar de forma clara y especialmente accesible a
los jóvenes los fundamentos científicos del SIDA, ofrece a
todos los visitantes la posibilidad de realizar un viaje
desde el planeta Tierra hasta el virus de inmunodeficiencia
humana (VIH) a una escala 1/3.000.000. Del mismo modo, éstos
podrán adentrarse en un capilar sanguíneo aumentado 30.000
veces, donde entre otros, aparecen, las víctimas
propiciatorias del VIH, los linfocitos T4. Sin duda, éste es
uno de los elementos más espectaculares de la exposición,
aunque no el único.
Por otra parte, el funcionamiento del sistema inmunitario se
explica en una sala audiovisual mediante ‘La Gran Batalla’,
en el que se describe la organización, los éxitos y los
fracasos de la defensa del organismo contra el VIH tomando
como ejemplo una batalla medieval. El cuerpo tiene tres
tipos de defensas contra las agresiones. La piel es la
primera. Hace de pared del fortín pero, como tal pared,
tiene sus puntos vulnerables (puertas, ventanas,
accesos...). La segunda línea de defensa está formada por la
infantería (defensores no específicos). La tercera la forman
las unidades especiales (defensores específicos). En caso de
un ataque del VIH, queda claro que la mejor defensa es que
el virus no penetre en el cuerpo. Ésto hace ver al visitante
que la prevención es indispensable. La comparación del
cuerpo humano con la fortaleza medieval facilita la
comprensión de todos los visitantes.
Otra de las salas ubicadas en la carpa está destinada a
explicar la convivencia con un enfermo de SIDA. Las paredes
de la misma, simulando las distintas habitaciones de una
casa (cocina, cuarto de baño...) muestran los utensilios que
podemos compartir con los infectados (platos, vasos, etc.) y
los que no (cuchillas, cepillo de dientes, etc.) En la misma
podemos encontrar también una especie de juego, en el cual
podemos ver, al pulsar los botones, las diferentes maneras
de contagiarse intercambiando fluidos. Unos cilindros con
líquidos en su interior nos muestran en color (verde para
los que no tienen peligro y rojo para los que sí) los
fluidos que pueden transmitir el virus. La pared de la sala
es de látex, el mismo material del preservativo.
En la exposición también podemos situarnos delante de un
panel en el que está dibujado el mapa del mundo, y al pulsar
en una mesa el botón que corresponde a cada zona del globo
mundial tenemos la oportunidad de conocer el número de
infectados de cada una.
En otra de las paredes de la carpa podemos ver representadas
a tres tipos de personas infectadas por el virus: un niño,
una mujer y un joven heroinómano, quienes nos explican la
forma que tienen de convivir con la enfermedad.
Aunque no hay duda que el elemento más escalofriante de la
exposición es un panel electrónico situado nada más entrar
en la carpa, en el que aparece el número de personas
infectadas en la actualidad en todo el mundo, nada más y
nada menos que 80.759.000.
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