“ElPozo Murcia Turística se proclamó campeón de la Supercopa
de España, título que abre la temporada 2006-2007 del fútbol
sala español, tras derrotar por 3-2 al Autos Lobelle de
Santiago...”, así comenzaban, el pasado domingo, las
crónicas deportivas del arranque de la temporada 2006-2007
de fútbol sala, aunque la competición liguera de las tres
primeras categorías del fútbol sala español, tanto en
División de Honor, División de Plata y 1ª División Nacional,
lo hará este sábado.
La Supercopa de España sirvió para estrenar algunas
modificaciones del reglamento que durante 24 años ha estado
en vigor, acogiéndose al reglamento FIFA, por el que a
partir de esta temporada se regirán todas las competiciones
mundiales de este deporte. La Federación Española solicitó
una moratoria de un año para acogerse a la normativa FIFA,
pero finalmente el máximo organismo futbolístico mundial no
aceptó la petición española.
Los saques de banda y esquina con el pie, la inferioridad
numérica temporal tras una descalificación, faltas no
acumulativas y que el portero pueda sacar al otro campo, son
algunos de los nuevos puntos que está por ver si evolucionan
o involucionan este deporte, pero que se asemeja mucho a la
normativa vigente de pasadas décadas, que hace retroceder al
fútbol sala español a 1982.
Pero este nuevo reglamento no parece que vaya a favorecer la
diversión dentro de la pista y al aficionado, o al menos esa
es la opinión de los colectivos implicados en este deporte:
jugadores, árbitros, y entrenadores.
Antonio Escamilla, presidente del Comité de árbitros de
fútbol sala cree que el espectáculo: “Prácticamente las
reglas son las mismas que las del fútbol, aunque para los
árbitros dala sensación que es mucho más fácil de
interpretar”. Para Escamilla las novedades más destacables
son las faltas acumulables, dado que las indirectas no
acumulan.
El presidente del Comité de árbitros opina que se va a tener
poco tiempo para trabajar con los árbitros de la Liga Local,
muchos de ellos son niños y los cursos acaban de empezar.
Pero considera que puede ser positivo para este deporte: “Si
queremos conseguir que el fútbol sala sea deporte olímpico,
debemos unificar criterios”.
Juanma López, técnico del Ceutí no alberga dudas y asegura
que: “las reglas anteriores de la Liga Nacional de Fútbol
Sala eran las mejores”. El responsable del banquillo
unionista afirma que el drástico cambio va a ser perjudicial
para todos los equipos: “Quizás estamos acostumbrados a la
antigua norma, pero las nuevas reglas no benefician para
nada el espectáculo”. El técnico unionista insiste en este
sentido en que “las jugadas de ensayo y estrategia quedan
prácticamente anuladas sacando de banda y córner con el
pie”.
En el mismo sentido se posiciona su segundo, Carlos García
de Quesada ‘Carli’, que además es de la opinión que en el
capítulo de las expulsiones la nueva normativa tiene lagunas
y es bastante ambigua.
Los jugadores tampoco quedan al margen de esta polémica. La
jugadora del Natación Ceuta Olga Chaves, que a su vez es
también la entrenadora de este equipo, opina que el nuevo
reglamento si presenta mejoras, como que el portero pueda
sacar, tanto con el pié como con la mano superando la línea
de medio campo, que aunque limitan la presión defensiva, si
favorecen las jugadas al contragolpe, dando rapidez al
juego, pero también coincide con el resto en que el
espectáculo va a decaer en las pistas.
El seleccionador ceutí Rafa Peña, en lo que puede afectar a
sus jugadoras se muestra cauto: “Habrá que ver como les
afecta a las niñas estos cambios. Tras un periodo de
adaptación en el que lo pasarán mal, lo deberá de asimilar”.
Uno de los principales males de este nuevo código, para Rafa
Peña, está en que los saques se deberán de hacer con el
parado, hecho que puede provocar polémica.
Pequeños detalles, como que los jugadores titulares pueden
abandonar la pista, durante un tiempo muerto y dejarán de
existir los empates. El procedimiento para determinar un
ganador se iniciará con prórrogas, dos tiempos de cinco
minutos, sin gol de oro. Si no hubiese vencedor se lanzarán
cinco tiros de penalti. Si persiste el empate, se procederá
a lanzar un penalti por cada equipo hasta que haya vencedor.
El saque de banda y el saque de esquina pasan a ejecutarse
con el pie, acabando así con la espectacularidad de toda la
estrategia montada por los técnicos cuando se efectuaba con
la mano. La tarjeta azul es sustituida por la roja, aunque
tendrá el mismo significado, para que este deporte se
parezca un poco más al fútbol.
Cuando un jugador es descalificado, por doble amarilla o por
roja directa, su equipo se queda durante dos minutos con un
jugador menos. En caso de que el conjunto rival marque un
gol durante esos dos minutos, el que estaba en inferioridad
numérica, recuperará al jugador en la pista, salvo que ambos
equipos estuvieran con un jugador menos, en cuyo caso
deberán continuar sin ese jugador hasta que se cumplan los
dos minutos de inferioridad.
Las faltas ahora pueden ser directas o indirectas. En este
segundo caso no son acumulativas y los árbitros las
señalarán con la mano levantada.
El portero podrá sacar de portería, con el pie y con la
mano, superando la línea de medio campo, con lo que se
acabarán las estrategias de presión del contrario. Está
permitido marcar gol directamente en los saques de esquina.
Todo esto y mucho más en una Liga que como todavía no ha
arrancado, no se sabe que resultados va a dar, pero la
polémica está servida.
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