Ha llegado casi sin darnos cuenta.
Me refiero al este mes de septiembre que está siendo
veraniego a tope, sin que se husmee ni tan siquiera el otoño
cercano. Mejor. A los sureños nos suelen gustar las calores
y las puestas de sol lo más tardías posibles y vivirlas
frente al mar. ¿Qué están murmurando? ¿Qué yo no soy
“exactamente” sureña sino una rifeña castroja del norte de
Marruecos? Vale. No mienten. Pero para servidora, cada cual
es de donde come y yo, malamente, subsisto en esta latitud
meridional que, en las dos orillas, tiene sones de habaneras
y de fandanguillos y cielos rotos por los vientos de levante
y de poniente, según nos vaya la borrasca (en el Palo se
dice burraca) de las Azores ¡Que miren que son bellas las
Azores! Aunque también tienen mucho malaje meteorológico y
nos enredan en temporales hasta de fuerza seis y los
temporales son una maravilla para verlos, pero una mierda
para padecerlos.
¿Qué andan criticando? ¿Qué “ya” es el momento de que entre
a trapo en plan España Cañí? Pues entro. Porque los pantanos
que construyera el Franquillo en tiempos de la Oprobiosa
dictadura, hecho histórico del que yo paso tres pueblos, una
Autonomía y una nacionalidad histórica, porque me pilló en
Nador y no es mi guerra, en fin, los pantanos y las presas
están exagües y resecos. Natural. Porque, por mor del
incumplimiento de los protocolos de Kyoto, llueve poco y
mal. Llueve fatal, en plan gota fría, sobre todo en el
Levante y en Cataluña donde se inundan en cuanto caen las
célebres “cuatro gotas” y siempre hay algún despistado que
va en un coche, se lo lleva la riada y se ahoga (en el Palo
se dice “se ajoga”). Y eso es falta de previsión, me refiero
a las riadas, que en Málaga se dice “la riá”, porque hay que
ahondar los cauces de los arroyos, que los ingenieros
acometan obras hidráulicas para prevenir la subida de las
aguas y adecentar los alcantarillados ampliando la red
central. “Toda” España se inunda en cuanto los cielos lanzan
sus fulminaciones, pero las Autoridades solo se acuerdan de
Santa Bárbara cuando truena, que es lo que se suele decir
coloquialmente ¿Qué si en el Palo nos acordamos? Si. Porque
en la gota fría de 1989 la barriada desapareció anegada
hasta los primeros pisos, así que recordamos a Santa Bárbara
y voy a recitarles la oración que, literariamente es un
dudoso prodigio, pero que pueden utilizarla para sus
devociones de ustedes y da resultado, a ver “Santa Bárbara
bendita, que en el cielo estás escrita, con papel y agua
bendita, a la vera de la Cruz, Padre Nuestro, amén Jesús”.
Pueden invocar para hacer rogativas por dos temas: para que
deje de diluviar y para conmover el corazón de los Poderosos
y que contraten a buenos ingenieros para sanear
alcantarillado y construir diques en las playas y en los
puertos.
Y es que, el sur, es mucho sur y tiene lo que tiene, aunque
yo también tengo “lo mío” ¿Qué que es lo mío? Eso a ustedes
no les importa porque tengo derecho a mi intimidad, aunque
medito y creo que se lo voy a participar porque tengo un
alma generosa. “Lo mío” es que ando con los instintos de un
gato rabiando, hasta el punto de que me planteo que se
trata, y Dios perdone mi falta de caridad, de una especie de
“justicia poética” para atemperar excesos, cuando los
catalinos se anegan. Eso en plan muy insolidario y muy
políticamente incorrecto, porque soy de esa leche. Y no
puedo soportar que, el Gobierno, todos los Gobiernos, estos
y los otros, traguen con que, la Generalitat siga atacando
el idioma español, que hablamos cuatrocientos millones de
criaturas y lo prohíba expresamente en las escuelas. Hasta
el punto de que todas las asignaturas son en su lengua de
ellos, menos la de español, que es en nuestro idioma ¿Qué el
catalán es un idioma? Eso es una inculta y eufemística
pamplina. El idioma, para serlo, presenta como requisito
básico e indispensable, el tener proyección universal y el
catalán lo hablan solo ellos, así que es una lengua. Aunque,
los acomplejados mandamases de Madrid, como están dispuestos
a concederlo “todo” por sumisión ante los nacionalismos
cainitas, están dispuestos a caer en la patochada de decir
que, el catalino es idioma , o mejor aún, el más importante
idioma del mundo, todo para tenerles contentos, creyéndose
que así captan votos de los fanáticos de aquellos lares.
Pero yerran. Esos no les votarán jamás.
Cuanto más permitan que los fanáticos, los extremistas y los
cantamañanas, hagan de su capa un sayo y pongan a España (o
al menos eso creen los muy mindundis) de rodillas, más locos
se vuelven los payasos pontificadores catalanes, con su
“seny” de mierda. Y más lavadero de coco son sus colegios y
escuelas que “educan” a futuros paletos localistas capaces
tan solo de entenderse en catalán. Los hay, no obstante, en
la realidad patria, con mucha mala leche, que opinan que
mejor (mejón se dice aquí) y que menos competencia en el
mercado de los cuatrocientos millones de habitantes que
rezamos, nos comunicamos y nos insultamos en la bellísima y
prolija lengua de Cervantes. Los catalinos se autoexcluyen y
no representan competencia a nivel empresarial o a nivel
profesional, porque hablan el español con un tono metálico,
de tener la boca llena de cuchillas de afeitar y echan para
atrás, pa que nos vamos engañar. Pero ese pensamiento es
marcadamente egoísta y, los más puristas o puretas, dirían
que hiede y atufa a sentir xenofobillo . Y no es xenofobia
¿Cómo se va a ser xenófobo con un tipo de Manresa, nieto de
extremeños o andaluces al que le meten el nacionalismo con
calzador y a fuerza de intoxicación, prohibiciones y
multas?. Decía el poeta lo de “Españolito que vienes al
mundo, te libre Dios, que una de las dos Españas ha de
helarte el corazón”.
Pero el caso es que, los Mandamases, con sus dejaciones y su
falta absoluta de patriotismo y de cojones (buena rima y es
que me supero) han permitido que existan, no dos Españas,
sino un batiburrillo de naciones, nacionalidades y
realidades nacionales en plan reino de taifas, cada cual por
su lado , tipo mosaico de estados donde, los ciudadanos
aprenden , desde la guardería, aunque de la perversidad de
las ikastolas hablaré en otro momento, aprenden desde
parvulillos a excluir al de enfrente, a que la palabra
España les repela y a ser desasnado con libros de Historia
apañados y urdidos por cuatro farsantes más locos que cuatro
vicuñas, que son las cabras salvajes del Perú y por dos
jilipollas que suelen arrogarse las veces de comisarios
políticos.
Donde lo cuentan todo menos la realidad histórica y se
inventan grandezas localistas que tan solo existen o han
existidos en los cerebros demenciados de quienes redactan
los engendros “didácticos”. ¿Y que Gobernante le pone el
cascabel al gato de prohibir que intoxiquen los cerebros
infantiles? Los Populares lo permitieron, de mala gana pero,
por mor de un falso progresismo lleno de renuncias a los
deseos de su electorado y los de ahora practican la
exageración del continuismo pero en peor y en más “Esto es
el coño la Bernarda”. Y lo es. Porque dejan que lo sea.
Septiembre en el sur y, aunque no han llegado aún lluvias
torrenciales, riás, ni bajada brusca de temperaturas, estos
españolitos miramos alrededor y sentimos que, el corazón se
nos hiela, pero, por ahora, donde no han podido llegarnos
los rigores de las heladas bajo 0 es a las pelotas. Esas, en
septiembre y en el sur, los españolitos las tenemos muy bien
y sin necesidad de revisión ni de puesta a punto. Es nuestra
leche. Suerte que tenemos.
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