La campaña de captación de nuevos talentos iniciada a lo
largo del verano en el Club Natación Caballa ha comenzado a
dar sus frutos esta misma semana, coincidiendo con el
arranque oficial de la pretemporada para los cuatro equipos
que competirán en ligas andaluzas la próxima campaña
-infantil, cadete, juvenil y absoluto-. La Escuela de
Invierno arranca de forma paralela, manteniendo en gran
mayoría a los inscritos en el curso estival y superando ya
los sesenta participantes entre los tres niveles.
Quique Silleros, Javier Álvarez y el veterano preparador
Miguel Ángel Ríos son los encargados de coordinar el
aprendizaje de una cantera en auge que vuelve a resurgir,
recuperando la tradición waterpolística de la Ciudad
Autónoma. El objetivo principal para los técnicos del Club
Natación Caballa es el de contar con el mayor número de
alumnos posible este curso, algo que permitirá más adelante
nutrir de jugadores a los cuatro equipos que tomarán parte
en competición oficial la próxima temporada -con la novedad
de los juveniles- e incluso llegar a formar un mayor número
de escuadras de cara a temporadas venideras. Para tal fin,
el único requisito exigido a los alumnos de la Escuela es el
de tener nociones de natación, ya que a lo largo de los tres
trimestres de aprendizaje se alternarán las enseñanzas de
esta disciplina con las técnicas específicas del waterpolo.
Para Quique Silleros, lo esencial es que los alumnos “no
pierdan el contacto con el balón y se vaya creando un
hábito”, eso sí, sin olvidar que sobre todo los más pequeños
“se tienen que divertir en la piscina”.
Otra de las facilidades de la Escuela puesta en marcha por
el CN Caballa es que, a pesar de que el horario de
entrenamiento se extiende de lunes a jueves, no es
imprescindible que los alumnos y alumnas asistan los cuatro
días de la semana, por lo que existe flexibilidad en cuanto
a la disponibilidad de cada joven. En definitiva, basta que
los participantes puedan asistir al menos un día por semana
y que no pierdan el contacto con los entrenamientos. Además
de ello, tampoco es requisito indispensable ser socio del
Club, otro dato a tener en cuenta a la hora de enumerar las
facilidades de este fructífero proyecto deportivo que por
fin puede considerarse un hecho tras la afluencia registrada
en el reciente arranque.
Miguel Ángel Ríos resalta la importancia de poder contar con
un buen número de participantes en el primero de los niveles
de la Escuela, donde confluyen pequeños de muy corta edad.
“Es precisamente en estas edades donde el Club necesitaba
ser reforzado, porque contábamos con niños más mayores, pero
no con una cantera de más jóvenes”.
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