Las denuncias realizadas por diferentes agentes sociales
sobre los problemas de limpieza en las barriadas provocaron
ayer que la consejera de Medio Ambiente, Carolina Pérez,
compareciera para explicar al detalle el montante económico
del contrato que la Ciudad firmó con la empresa Urbaser en
2001. La consejera destacó que la inversión anual de la
Ciudad asciende a más de doce millones de euros. Un coste
que, según explicó, Pérez ha aumentado desde la firma del
contrato. El gasto en limpieza en 2001 supuso el 31 por
ciento del presupuesto y la recogida el 16 por ciento.
Mientras que en la actualidad, la Ciudad gasta un 41 por
ciento en limpieza y un 17 por ciento en la recogida.
La mano de obra supera los ocho millones de euros anuales y
la maquinaria el millón y medio. “Los precios son muy
elevados pero es la tónica habitual en otras ciudades. Hemos
contactado con otras ciudades similares como Cádiz, Jerez,
El Puerto de Santa Mária. Estos servicios están por las
nubes”. La consejera advirtió de que ganará “el pulso” con
Urbaser, ya que considera que la empresa debe realizar un
trabajo más eficaz en los distintos puntos de la Ciudad
Autónoma. Pérez se mostró firme al asegurar que vigilará la
limpieza en las calles hasta que finalice la legislatura.
El dato más significativo en cuanto al gasto de la Ciudad en
limpieza es el coste de un operario al año. La Ciudad
invierte 42.817 euros en un turno de seis horas diurno y
46.077 euros transcurre por la noche. Esta cifra, que a
priori resulta alarmante, es producto de la mejora salarial
gracias a la revisión del convenio colectivo, el pago de la
Seguridad Social o el plus de residencia de los
trabajadores.
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Las barriadas cuentan con 54 operarios
La consejera desmintió que en las
barriadas se realizara un peor servicio de limpieza porque
las tareas de los operarios se localizaran en la zona
centro. Pérez explicó que en las barriadas periféricas
trabajan un total de 54 barrenderos mientras que en el resto
se emplean a 24.
La responsable de Medio Ambiente aclaró que se realizan seis
baldeos diurnos y seis nocturnos, en función de la mayor
actividad así como de una serie de rotaciones. Además,
apuntó que la época estival y el clima de la Ciudad juegan
en contra del estado de limpieza de las calles ceutíes.
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