La nueva Ley Orgánica de Educación (LOE) inicia su primer
curso de aplicación, con pocas novedades prácticas, a la
espera de los decretos estatales y de las órdenes
autonómicas de desarrollo.
Esta ley contó con el apoyo de la mayoría de los sindicatos
de enseñanza que se expresó tanto en la firma de dos
acuerdos con el MEC (que STEs-i no firmó por considerar que
desperdiciaban una muy buena ocasión para conseguir mejoras
reales y no dar simplemente un respaldo tácito a una ley)
que fueron utilizados por el Gobierno para presumir de ello
en el Parlamento a la hora de la aprobación de la LOE, como
por la falta absoluta de movilizaciones para conseguir
mejoras en la misma: parece que estos sindicatos se
conformaron con la promesa del MEC de pagar 60 euros a una
parte del profesorado, euros que nadie ha visto pese a que
el acuerdo tiene fecha de octubre del año pasado.
La Confederación de STES-intersindical no apoyó la LOE; la
criticó por no potenciar la escuela pública y por no servir
para mejorar las condiciones de trabajo del profesorado y
convocó diversas movilizaciones para conseguir mejorarla.
Entre las mejoras conseguidas destacamos la inclusión de la
obligatoriedad de las administraciones públicas de
garantizar la existencia de plazas públicas suficientes,
especialmente en las zonas de nueva población; la
potenciación de los servicios complementarios en los
colegios públicos; la supresión de la fecha de 1 de enero de
1990 para poder optar a la jubilación voluntaria y la
posibilidad de optar a la jubilación voluntaria del personal
acogido al régimen de la Seguridad Social.
Negociaciones pendientes
Pese a que la gestión del profesorado está transferida a las
Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas, el
curso que acaba de empezar es clave para que nuestras
condiciones de trabajo mejoren o empeoren. Es un curso en el
que para conseguir avanzar es más importante que nunca la
participación del profesorado: su participación y su
movilización pueden hacer que no se aprueben medidas que
desarrollen la LOE y que empeoren nuestras condiciones de
trabajo, jerarquizando y desregulando la tarea de enseñar.
El MEC tiene encima de la mesa diversas leyes y decretos que
afectan al profesorado de todo el Estado y que hacen que la
Mesa Sectorial, órgano en el que está representado todo este
profesorado, cobre una especial importancia.
El curso 2005/06 acabó con el rechazo del conjunto de
sindicatos a que se negociara en verano el contenido del
Estatuto Básico del Profesorado; negociación que es muy
posible que empiece en poco tiempo en la Mesa Sectorial,
mientras el Estatuto de todo el funcionariado está en
trámite parlamentario en las Cortes. En la Mesa Sectorial
cada organización planteará sus reivindicaciones y,
dependiendo del apoyo que tenga y del profesorado que
participe en posibles movilizaciones de apoyo a estas
reivindicaciones, estas quedarán o no plasmadas en el futuro
Estatuto.
Los STES queremos un Estatuto que mejore nuestras
condiciones de trabajo y hemos denunciado que el MEC
presenta una propuesta inquietante, jerarquizadota y
regresiva que en nada favorece el trabajo en equipo en la
enseñanza y el reconocimiento social y administrativo de la
tarea de enseñar.
Como anticipo de lo que puede ser el Estatuto y de la
filosofía que con relación al profesorado domina en el
Ministerio, hay que señalar que en breve puede que entre en
vigor el real decreto por el que se establece el complemento
de especial dedicación al centro; decreto que el MEC quiere
que se aplique con efectos del pasado uno de septiembre.
Este decreto significa, en resumen, introducir la
desregulación y las retribuciones arbitrarias al conjunto
del profesorado, dado que se puede cobrar un nuevo
complemento retributivo anual que no será para todo el
profesorado y para cuya asignación no existen criterios
objetivos: es un extraño complemento de productividad.
Al mismo tiempo, el MEC impone un complemento de carácter
estatal y no asigna recursos al mismo, lo que puede querer
decir que lo deben pagar las comunidades. Los STES
proponemos al MEC y al resto de sindicatos de la enseñanza
que se eleve el Complemento Específico General de todo el
profesorado en 250 euros, como elemento de apoyo al
profesorado ante la nueva ley de educación y dada la
complejidad del alumnado.
Por otro lado y con relación al profesorado interino, el 20%
de la plantilla del conjunto del Estado, el MEC quiere
publicar el decreto con el procedimiento de acceso a la
función pública docente que le ordena la disposición
transitoria decimoséptima de la LOE y, en el proyecto que ha
presentado, lo quiere hacer con un procedimiento que puede
ser un claro fraude de ley, dado que la LOE marca una sola
prueba y el decreto impone una prueba dividida en fases, que
coinciden con las pruebas existentes en la actualidad y, por
si esto fuera poco, no asegura la continuidad en el trabajo
de buenos profesionales de la enseñanza.
Por otro lado, el MEC quiere disminuir notablemente la
influencia del profesorado y del resto de la comunidad
educativa en el Consejo Escolar del Estado, aumentando
considerablemente el número de personas que, de una forma u
otra, nombran las administraciones y manteniendo la
representación de dicha comunidad. En definitiva, que el MEC
no quiere que sus planteamientos puedan ser derrotados en el
máximo órgano consultivo del Estado en materia de educación:
hay que recordar aquí la aprobación por este Consejo de la
propuesta de STES-i de que el Gobierno derogue los acuerdos
con el Estado Vaticano. Desde STES-i defenderemos que la
comunidad educativa siga teniendo el mismo valor que tiene
actualmente en este Consejo.
Elecciones sindicales
Los sindicatos vamos a rendir cuentas del trabajo realizado
y a presentar viejas y nuevas reivindicaciones al conjunto
del profesorado, pues hay elecciones sindicales en la
enseñanza, en la pública son el 30 de noviembre y en la
privada a lo largo de todo el curso. Es importante que el
profesorado se interese por este proceso electoral, pues de
sus resultados dependerá en buena medida qué y cómo se
negocie con el MEC y con las Consejerías de Educación.
Los STES, que basamos nuestro modelo sindical en que el
profesorado se informe y participe en la toma de decisiones,
en el asamblearismo, animamos al profesorado a que participe
en los procesos que concluirán en la promulgación de la
legislación que regula nuestras condiciones de trabajo, ya
que tenemos el convencimiento de que “contigo, mejor”.
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