Las razones que motivaron la creación de la Legión, si bien
siguen siendo de plena actualidad, es necesario analizarlas
en su entorno histórico y definir cuales fueron, con toda
probabilidad, los hechos que por una parte motivaron a
Millan Astray, y por otra favorecieron la acogida de la
Legión.
Millan Astray, siendo un joven alférez de 16 años, participó
en la guerra de Filipinas. Allí obtuvo notable popularidad
al defenderse con 30 hombres, del ataque de gran cantidad de
insurrectos tagalos en el pueblo de San Rafael. Su
experiencia en esta campaña, como el mismo expone en su
libro "La Legión", le hizo ver la conveniencia de emplear
para estas guerras exteriores, soldados profesionales. Idea
que, sin lugar a dudas, quedaría reafirmada cuando, ya en la
península, vivió, como España entera, la perdida de las
últimasposesiones de Ultramar y el desolador regreso de los
soldados de reemplazo. Hechos que tanto pesarían
posteriormente en la conciencia de los españoles y en la
política militar de los sucesivos gobiernos de España.
En el año 1909, siendo ya Oficial de Estado Mayor, tuvieron
lugar los gravísimos acontecimiento de Barcelona de agosto
de ese año. Hechos que resulta necesario relatar, porque sin
duda, fueron una poderosa razón para reafirmar sus
convicciones sobre la necesidad de crear una unidad
profesional.
Marruecos
En el verano de 1909 estalla, en Marruecos, la chispa que no
tardará en provocar el desastre. En las proximidades de
Melilla, el 9 de julio, los cabileños han atacado con furia
a trece obreros españoles, cuatro de ellos resultaron
muertos. El General Marina solicitó del Gobierno refuerzos,
y el Ministro de la Guerra, Arsenio Linares, en lugar de
enviar a la División Orozco, organizada por el anterior
Ministro de la Guerra, Fernando Primo de Rivera, para el
caso de una necesaria utilización en el norte de África,
prefirió movilizar a los reservistas. Así, el día 11 de
julio, salía en la Gaceta una Real Orden que llamaba a
filas, no por reemplazos, si no por regimientos. Medida
torpe, pues de esta forma se reclamaba a filas a soldados
"antiguos", hombres ya con familia y trabajo.
El embarque tuvo lugar en Barcelona, ciudad que mantenía muy
vivo el recuerdo de la guerra de Cuba y Filipinas, con la
imagen dolorosa de aquellos hijos que regresaban,
destrozados el corazón, el rostro demudado, la tristeza como
todo horizonte.
Todo ello, unido a las circunstancias sociales que vivía la
ciudad y la facilidad que existía para la revuelta
callejera, provocó los gravísimos incidentes que pasaron a
la historia como la Semana Trágica. Sucesos donde uno de los
gritos mas oídos fue ¡Que vayan también los ricos!
consecuencia de la existencia del sistema de las cuotas.
Este tristísimo episodio, como afirmábamos líneas atrás,
sería un poderoso acicate en la conciencia de Millán para
llevar adelante su proyecto y abriría el camino a la
aceptación de sus ideas.
Pero no es hasta 1919, con 40 años de edad y siendo
comandante, cuando sus proyectos toman cuerpo en forma de
Legión Extranjera. El mismo lo expone en uno de los pasajes
de su libro "La Legión" en el que comenta "(...) una larga
estancia en África, sirviendo en Policía Indígena, en
regulares y en el Regimiento de Infantería de Serrallo
número 69 unido a alguna afición al estudio y entusiasmo por
el problema africano, dieron lugar a que germinase la idea
de Organizar una Legión Extranjera, en vista del excelente
resultado que a los franceses les había dado la suya, a la
que después de la Gran Guerra titularon de Heroico
Regimiento que, por su amor a Francia y su bravura, ha sido
colocado en el primer puesto"
Su brillante historial militar y su prestigio fueron firmes
aliados para que sus proyectos llegaran a conocimiento de
S.M. el Rey Don Alfonso XIII y, en consecuencia, el general
Tovar, Ministro de la Guerra, por R.O. de fecha 5 de
septiembre de 1919 designa al Cte. Millán Astray para
desempeñar una comisión en Argelia, a fin de estudiar el
régimen y los fundamentos de la Legión Extranjera Francesa.
Entregados los informes de la visita, el Estado Mayor
Central recibe la orden de estudiar las bases para crear un
cuerpo de tropas extranjeras. Las conclusiones de este
estudio son enviadas al General D. Dámaso Berenguer Fuste,
Alto Comisario en Marruecos, quien una vez examinados, los
devuelve con el siguiente informe "Ferviente partidario de
relevar las fuerzas salidas de reclutamiento forzoso que
aquí hace la campaña por tropas voluntarias, acojo con
entusiasmo la creación del Tercio de Extranjeros"
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