La carabela portuguesa ‘Boa Esperanza’, una réplica del
primer barco transoceánico capaz de llegas hasta las islas
Azores, estuvo ayer en el puerto de Ceuta invitado por la
oficina de Turismo. Este barco de madera, de casi 24 metros
de eslora y más de 6 metros de manga, es propiedad de la
Región de Turismo del Algarve y tiene su atraque natural en
Lagos. Su capitán, Xosé Garabata, cuenta con una tripulación
mínima de 22 hombres, necesarios para poner a flote este
velero que, aunque cuenta con motor para emergencias, navega
por el procedimiento del original, 500 años antes.
La carabela ‘Boa Esperanza’ se construyó como homenaje a los
protagonistas de la historia de los descubrimientos, una
época en la que los marineros portugueses fueron pioneros en
las largas travesías a través del Atlántico. “El ‘Boa
Esperanza’ es una réplica de una carabela del siglo XV. Se
trataba de un barco de investigación científica, no un barco
de guerra o de conquista”, explica el capitán Xose Garabata,
que cuenta con más de 5.000 millas a bordo de esta réplica
histórica.
El camino hacia Ceuta desde la región de Lagos, en el
Algarve, supone una travesía de 27 horas para el capitán del
‘Boa Esperanza’ y su tripulación, que en este viaje ha sido
de 26 personas.
La carabela fue construida por expertos en construcción
naval imitando lo que hoy en día conocemos de las técnicas
navales de aquella época, aunque prestando especial atención
a las actuales exigencias de seguridad y confort.
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