Las jornadas que se están desarrollando esta semana en
diferentes puntos de la ciudad se encuentran en el ecuador
de su desarrollo. La primera fase, dedicada a la cultura en
la calle, la música y los graffitis, se ejecutó el pasado
lunes, martes y miércoles, con una asistencia escasa que no
superó las expectativas. La segunda parte, volcada en el
deporte, se inauguró ayer con más de 400 personas inscritas.
Con la finalidad de lograr la integración de los inmigrantes
en la vida de Ceuta, la semana por la convivencia es el
resultado de un convenio desarrollado conjuntamente por la
consejería de Sanidad y Bienestar Social y la Secretaría de
Estado de Inmigración. Un proyecto novedos que, según la
consejera de Bienestar Social, Yolanda Bel, no se mide por
el número de asistentes.
La presidenta del Consejo de la Juventud, organismo
encargado de las actividades ‘culturales’ desarrolladas en
la plaza de África, Mariam Mohamed, coincide con la
consejera en que estas jornadas son un “riesgo”. La
administración, en opinión de Yolanda Bel, “debe ir por
delante de la ciudadanía”. “Si los poderes público no dan el
paso -insistió- ¿quién lo va a dar?”.
Y es que traer a grupos como el senegalés Ninki-Nanka no
asegura un público masivo, ‘a priori’, como lo evidenciaría
la visita de Bisbal, aclaró Bel. Sin embargo, “la lucha por
los valores en los que se asientan las jornadas” priman en
detrimento de la posible popularidad del acto.
La consejera aseguró también que, al tratarse de unas
jornadas pioneras “no sabíamos qué nos íbamos a encontrar”.
Trabajar con el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI)
y los centros de menores no acompañados es un tema
“complejo”, especialmente en la labor de unirlos con sus
iguales ceutíes. Una labor que Bel considera arriesgada,
pero necesaria.
“Nunca avanzaríamos”, subrayó la portavoz del Gobierno, “si
nunca diésemos este primer paso”.
Así, y aunque la consejera evitó hacer declaraciones acerca
de la escasa asistencia de los últimos días, sí quiso
aclarar que la cifra inscrita para los deportes evidencia
que estas actividades “serán un éxito rotundo”.
Yolanda Bel advirtió que el deporte “mueve y hace que las
personas convivan”, como se ha demostrado en la asistencia
más que agradable de los equipos de inmigrantes y jóvenes
ceutíes que ya comenzaron a competir en fútbol sala, tenis
de mesa y ajedrez.
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