La gran mayoría de los integrantes de la plantilla del Goyu-Ryu
se estrenó el pasado sábado en la categoría. Más del 70 por
ciento de los jugadores el pasado año militaron en el
conjunto de Liga Nacional de la Unión África Ceutí, pero el
estreno no fue nada negativo. Estuvieron a la altura de las
circunstancias y así lo vio el propio técnico del equipo
gimnasta Damián Torres.
Una plantilla con poca experiencia en División de Honor, ya
que tan sólo el portero Samu había jugado toda la temporada
en esta categoría: “Maki había jugado la segunda vuelta en
el División de Honor de Ibiza”, afirma Torres. “El resto de
los chavales ninguno había jugado en esta categoría y no se
ha notado”.
Continuar en la misma línea de trabajo es la máxima del
técnico amarillo: “Hay que seguir trabajando cada vez más y
como no se ha cerrado la plantilla podemos incorporar a
jugadores que puedan aportar calidad y garantías de juego al
equipo”.
Torres es consciente de la dificultad que entraña el grupo:
“Nos vamos a encontrar rivales con grandes jugadores. Pero
hay que ir poco a poco poder ofrecer un mejor espectáculo”.
Entre los refuerzos que han llegado desde la península,
destacó, por su buen hacer en el encuentro ante el Puerto
malagueño, el jugador Maki: “Es un chico ya jugó el año
pasado en el Xerez, de Liga Nacional. Es uno de los chavales
que pedí a la directiva que hiciera el esfuerzo de traerlo y
en mi opinión es un beneficio total para el equipo, aunque
en su debut jugara fajándose en una posición más tras de lo
que es la suya natural de juego y lo hizo bien”, destaca el
entrenador del Goyu-Ryu. “ Maki construye mucho y más de
medio campo hacia delante. Maneja bien las dos piernas tiene
una gran visión de juego y define bastante bien”, asegura
Damián Torres. “Este chico creo que nos va a dar bastantes
alegrías durante la temporada, pero lo más destacable es que
ante el Puerto Malagueño jugó en una posición que no es la
suya, más tras, y rindió bien”.
El club ha planteado el partido en Melilla de la forma más
cómoda posible para el equipo, que tras el pinchazo de su
rival en el Rosal, ante le Cádiz por tres a uno, afronta
este encuentro como un reto el puntuar allí: “Si traemos
algo positivo, sería mejor que bueno. La Espiguera de
Melilla es un campo en el que pocos equipos puntúan y luego
recibiremos al Sevilla, que ya son palabras mayores”.
El partido finalmente está programado para las siete de la
tarde del sábado, ya que en las instalaciones melillenses se
disputará previamente un encuentro correspondiente al grupo
XIII, entre el Rusadir y el Atlético Juval.
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