La consejera de Cultura, Mabel Deu, informó, ayer, en el
transcurso de la visita a la Cabililla de Benzú, que el
arreglo del dañado fonendoscopio de la escultura de Antonio
Sánchez Prado correrá a cargo de los artífices de la obra,
los hermanos Pedrajas. La decisión de acarrear con la
inversión por parte de los artistas ha sido de ‘motu propio’
y tampoco afectará a la ubicación actual de la figura, sita
en la avenida del mismo nombre, porque fue un “deseo” de los
escultores que el alcalde estuviese “cerca de la ciudadanía”
como parte del patrimonio local.
El deterioro de la pieza en bronce, a sólo tres horas de su
inauguración, supuso un golpe porque los ceutíes sienten
especial afecto hacia la figura del médico sevillano. Así se
pudo comprobar, ayer, en la fecha del setenta aniversario de
su fallecimiento, cuando la afluencia de personas y rosas
frente a su estatua se repetía sin cesar.
Ante este panorama, Deu apeló al “sentido del respeto” que
tienen los habitantes de la Ciudad Autónoma por las
tradiciones y el mobiliario urbano para que no vuelva a
repetirse ningún incidente similar.
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