Hoy se nos ha ocurrido dar un
repaso a las fiestas que se celebran en Ceuta y así tenemos
que habría que diferenciarlas, por la diversidad religiosa
de sus habitantes y dada su multiculturalidad, en cuatro
grupos: cristianas, musulmanas, judías e hindúes.
Si seguimos un orden en función del número de personas que
profesan tal o cual religión, tendríamos que empezar por las
Fiestas Cristianas, que empiezan con el Año Nuevo, Reyes
Magos, Carnaval, Semana Santa, Cruces de Mayo, San Antonio,
Hogueras de San Juan, Nuestra Señora del Carmen, Fiestas
Patronales, Santos Patronos San Daniel y Compañeros Mártires
y Natividad del Señor, poco mas o menos, una fiesta por mes,
Las Fiestas Musulmanas que podamos conocer como Al Aachor
(Año Nuevo musulmán), Hachura (dedicada a los pequeños), El
Mulud (nacimiento del Profeta), Ramadan (mes sagrado
musulman), Aid El Segher o Fiesta Chica o Aid El Kebir
(Fiesta del Borrego). Las Fiestas Judías como el Ion Kippur
(Dia del Perdón), Resh Hashana (Año Nuevo Judío), Pesah
(Pascua) y, por último, las festividades hindúes, como la
Diwali (Regreso del Rama), Shivalratri (homenaje a la figura
de Dios) o Sanmashtani (en conmemoración del nacimiento de
Krishna). Todo ello sin contar las que se llevan a cabo por
las distintas Barriadas (existen unas 50 Asociaciones de
Vecinos), otras entidades como el Centro Gallego o el Día de
la Ciudad Autónoma, etc. No hemos considerado festividades
religiosas protestantes o evangelistas pues, aparte de que
son muy escasos sus practicantes, no se hacen públicas por
lo que las desconocemos.
Como se ve, Ceuta es una Ciudad muy rica en fiestas y su
Ayuntamiento un ente que contribuye generosamente
organizándolas o, en su caso, patrocinándolas
económicamente. Y claro, llegado a este punto, habría que
preguntarse si no sería conveniente, como decía el otro,
menos viajar y mas leer el periódico, o sea, menos fiestas y
mas atenciones sociales, principalmente en la construcción
de viviendas, mejora de la asistencia hospitalaria,
ampliación de las instalaciones sanitarias de urgencia (solo
son atendidas en el Hospital de la Seguridad Social)
comedores para indigentes o incremento de los servicios de
limpieza para evitar los vertederos incontrolados y
suciedades en algunas de las barriadas de la Ciudad.
Aparte de ello, claro está, sirven la mayoría de estas
fiestas para lucimiento (porqué no decirlo) de ciertos
políticos así como de sus acompañantes, aunque éstos en
algunos casos tengan que romper los riñones a mas de un
invitado para “situarse en el lugar idóneo”, y así
pavonearse ante el pueblo en un acto que convierten en
político o propagandístico, mientras los ciudadanos
pacientes contemplan como, en demasiados casos, sus mas
acendradas tradiciones religiosas o fiestas populares se ven
utilizadas por éstos dirigentes para salir en la foto de la
primera plana del diario o en los reportajes de televisión
del día siguiente que, como es normal, cubren la información
gráfica y literaria de la festividad de que se trate.
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