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El Partido Popular se propone
incluir en su estrategia política el desarrollo de la
Disposición Transitoria V, que implica la constitución de
Ceuta en comunidad autónoma. Este compromiso ya fue
realmente adquirido por el PP en marzo de este mismo año,
durante su convención nacional. En esta convención, el
presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, realizó un
discurso en el que recordó los logros de Ceuta y las
demandas aún pendientes, señalando la consecución del rango
de comunidad autónoma como una de ellas. Antes de la
conclusión de la convención, el comité ejecutivo del PP
declaraba que el partido asumía como objetivos estratégicos
de su programa político todas las demandas de Vivas, lo cual
se ratifica de nuevo al incluirlo Rajoy en el paquete de
propuestas populares para la próxima legislatura.
El presidente del PP está preparando una serie de reformas
que garanticen la permanencia de las principales
competencias del Estado, que defina qué competencias son
transferibles y que dificulte la reforma de los estatutos de
autonomía buscando un mayor grado de consenso. La iniciativa
popular atañe, además de a Ceuta y Melilla, también a
Navarra. En este caso, el PP propone eliminar la Transitoria
IV que prevé la anexión de Navarra al País Vasco, una acción
que los populares consideran injustificada dado el
desarrollo y singularidad de la comunidad navarra a lo largo
de estos años.
Respecto al desarrollo de la Transitoria V, el apoyo del PP
es de agradecer, sin duda, pero en Ceuta existe un acuerdo
plenario que obliga a aprobar el nuevo estatuto por
unanimidad. Aunque la Constitución sólo requiere la mayoría
absoluta del Pleno, los grupos parlamentarios ceutíes
optaron por llegar a un acuerdo unánime, una decisión
honrosa que puede llegar a pasar factura. Si el acuerdo
plenario debe modificarse, será un borrón considerable en la
marcha de Ceuta hacia un estatus superior.
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OPINIÓN / EDITORIAL
