Un septiembre que será agosteño,
según las previsiones meteorológicas y que comienza con un
formidable dispositivo de la DGT para la Operación Retorno
que ya ha empezado. Controles en las carreteras, carteles
luminosos anunciando número de accidentes mortales en las
mismas fechas del año anterior y la inmensa incongruencia de
que, cada día se ofertan en el mercado coches más potentes,
mientras que las restricciones de velocidad son mayores.
En Marbella, okupada por los elegantísimos saudíes que
ostentan por derecho propio la “k” de okupas de lujo, la
fechas no se notan en medio de la vorágine de un turismo
que, pasado agosto, se hace más selecto e infinitamente más
gastoso. Ya saben, ese tipo de personas que no se ven
afectadas por la especie de shock postraumático que supone
el fin del periodo vacacional y el regreso a la rutina
laboral. Parte de España se despereza y afronta el regreso
al cada día con mejor o peor talante, mientras que, las
Autonomías intentan, a golpe de Reglamento, paliar la
babosería y el buenismo institucional de la ñoña Ley
Antitabaco.
Nuestros niños se pirran por la comida basura que ofertan
libremente muchos establecimientos, el número de infantes
aquejados de obesidad se dispara así como el colesterol
infantil y nadie alerta, alarma o restringe. Por mucho que
se hable de “la dieta sana”, algo que supone muchas
verduras, normalmente aborrecidas por los niños y frutas. En
Málaga con la fruta hay problemas que ustedes, al estar
junto al vergel marroquí, sin duda no sufrirán. De hecho
sabemos que, en España, lo exquisito y de primerísima
calidad se va para la exportación, para que los guiris lo
paguen a precio de oro y nosotros nos quedamos por lo que no
sirve para ser exportado, eso si, a precios altos, porque no
hay que olvidar que, los socialistas, todavía no ha
erradicado la figura del intermediario que compra al
agricultor a cuatro céntimos e incrementa los precios hasta
niveles imposibles en el mercado. Muchas manifestaciones de
protesta ha habido por parte de la gente del campo, que han
llegado a regalar sus productos por las calles. Pero el
asunto de acabar con la especulación no debe “vender” en las
portadas, por más que beneficie a una agricultura que
fluctúa al son de la sequía o de que llegue una gota fría y
arruine los cultivos. Bien gestionada y dotada de más
pantanos y más desalinizadoras, España podría ser un vergel,
hoy se desertiza por días y lo saben los de la Operación
retorno si tienen que tomar la A 92 y acabar en Murcia y en
Alicante. ¿Repoblación forestal? La mínima. Eso depende y
mucho de la especulación inmobiliaria y de los riesgos de
recalificación de los terrenos.
De hecho, ¿Quieren que les cuente la última alcaldada del
alcalde de Málaga? Pues ni más ni menos recalificar una
buena parte del boscoso monte de Gibralfaro donde se asienta
la alcazaba y que es una zona de gran valor artístico,
ecológico y patrimonial. Ha llegado la todopoderosa y bien
relacionada inmobiliaria Aifos, pasaría lo que tuviera que
pasar y nos encontramos con que parte de “nuestro”
Gibralfaro se ha recalificado por lo bajini, según el
alcalde “por interés general” es decir, por el “interés
general” de los veinte millonarios que van a comprar los
veinte chalets de gran lujo que Aifos va a construir con la
lógica bendición consistorial y el furor y las críticas de
todos los sectores malagueños. ¡Interés general veinte
chalets para millonetis! ¡Tendrá cara el alcalde!. A este
tipo hay que echarle a nivel Madrid y poner en su lugar al
senador Damián Caneda que ya sonó mucho cuando el desembarco
de la inculta Celia Villalobos, enchufada por su marido, el
palmero Arriola, asesor de imagen de Aznar. Damián es
atractivo e inteligente, aunque no ha sabido ser lo
suficientemente vasallo y pelotillero ¡Lástima que el Pepé
siempre haya primado a los tiralevitas por encima de los
válidos!.
Pero, aunque el otoño aún no se husmee, la Operación Retorno
supone también un reinicio de la vida parlamentaria y la
iniciativa asombrosa de alguien tan serio y ponderado como
Felipe González, de hacer caso de las simpatías políticas
del incongruente Zetapé y mientras Occidente entero amenaza
al régimen iraní por el tema de la energía nuclear y se
esperan serias sanciones contra el gobierno de los
ayatolases, nuestros imprevisibles socialistoides viajan a
Teherán para estrechar la mano del barbas iraní, poner a los
españoles bajo los pies de los caballos a nivel
internacional, dejarnos en ridículo una vez más y demostrar
bien claras las simpatías personales socialistas, tan
antiamericanos y tan antioccidentales ellos. ¡Que vergüenza
y que oprobio! De hecho, el viaje turístico de Felipe
González al reino de los chadores va a traer cola
internacional porque, alinearse con un gobierno que aparece
en las listas de países protectores del terrorismo no es un
buen negocio y puede actuar como reclamo para que elementos
indeseables desembarquen en España pensando que, los
españoles, tenemos como Nación el idéntico afán que nuestros
dirigentes por hacer malas y peligrosas amistades.
Batiburrillo de ideas en un septiembre que preocupa y ocupa
con la actualidad y cada tema, merece de por si mil
doscientas palabras y meterle la caña de España a los
culpables directos de tantas tonterías ¿Qué me espere a las
generales del 2008 para dejar de rabiar? No hay problema,
Pero antes, hay mucho trabajo que hacer y muchas aristas que
limar por parte de los futuros gobernantes, yo no soy nadie
sino una menganilla de la ciberderecha neocon que no ocupa
ningún puesto de relevancia en ningún estamento, pero, lo
que les puedo garantizar es que “no veo” a Aznar acudir a
babosear y a darse palmaditas en la espalda con los barbas
de los ayatolases, esa imagen es imposible que exista. El
Pepé tendrá sus fallos y tiene que eliminar a apellidos
rimbombantes, palmeros y pijines porque dan una nefasta
imagen de jilipollez y cursilería, pero el Pepé nunca jamás
pondría en evidencia a su electorado ni nos haría la putada
innombrable de coleguear con los que, a nivel internacional,
están calificados como gentuza peligrosa. No soy quien para
jurar en nombre de ellos, pero no dudo en jurarlo porque lo
se, los míos no son de esa leche ni lo serán jamás y de eso
estoy tan segura como del coñazo que nos van a dar en estos
días de septiembre, con el retorno vacacional.
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