Verano de 1982, Cali (Colombia). Juan Antonio Corbalán,
alguien que no necesita carta de presentación, era en ese
momento uno de los protagonistas de la hazaña lograda por la
selección española de baloncesto en le Mundobasket de aquel
año: cuarto puesto después de haber dejado en el camino a
Estados Unidos. Veinticuatro años después, el que fuera base
titular del combinado español durante buena parte de la
década de los ochenta, llegaba a Ceuta invitado por el
escultor local Ginés Serrán -con motivo de la inauguración
de la última obra de éste-, y coincidiendo precisamente con
el pase a la final de España en el Mundial de Japón.
“Veinte años después ha habido un equipo de jugadores
magníficos y en un grado de madurez exquisito para poder
alcanzar este exitazo sin precedentes”, asegura el
ex-jugador. Corbalán realizaba una lectura clara del
encuentro de semifinales que enfrentó a los de Pepu
Hernández con la selección de Argentina. “El partido de hoy
-por ayer- era clave, con adversarios de entidad, un
elemento de riesgo enorme por nuestra posible falta de
hábito, pero creo que le han puesto cara y han jugado
magníficamente y estos son los partidos en los que hay que
pensar más en la victoria que en cómo jugar, por tanto era
un partido para ganar y lo han ganado”.
La inevitable comparación entre ambas selecciones, la
formada por los Iturriaga, Corbalán, De la Cruz, Fernando
Martín y compañía, frente a la de Gasol, Navarro o Calderón,
no pasa inadvertida para el ex-jugador, quien considera que
“son equipos distintos”. A juicio de Corbalán, “una de las
grandes armas de nuestra selección es que tiene jugadores
muy versátiles, son todos hábiles, todos juegan bien y
manejan bien los tiempos, son buenos tiradores (...)”.
Recuerda que en su época “las labores de un equipo estaban
mucho más definidas. Había un trabajo para los bases, que
podíamos ser buenos tiradores pero no lo hacíamos casi nunca
porque ya había jugadores para ello, los aleros. Cada uno
hacía su tarea y ahora todo el mundo hace más cosas. Todos
los jugadores que conformamos aquel equipo creo que
tendríamos cabida en éste y todos éstos podrían haber
llegado a ser figuras en aquella época, seguro”.
Juan Antonio Corbalán considera que “esta selección está
repitiendo casi un ciclo como el que protagonizamos
nosotros, ha llamado a la puerta con dos quintos puestos,
nosotros lo hicimos con un cuarto en el Europeo y otro
cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Moscú.
Posteriormente fuimos cuartos en Cali, derrotando a EE.UU. y
logramos dos medallas de plata”.
Al hilo de la explosión de esta nueva generación, el
ex-jugador del Real Madrid, dedicado en la actualidad a la
medicina, no tiene duda de las posibilidades de España en
sus dos próximas citas, el Europeo que se jugará en nuestro
país y las Olimpiadas de Pekín. “España estará entre las
aspirantes a las medallas. Por lo tanto veintitantos años
más tarde se repite un ciclo que ojalá nos depare dos o tres
medallas”.
El domingo, la gran final
Corbalán desecha posibles ‘claves’ para que España salga
victoriosa en la gran final de mañana ante la Grecia de
Yannakis, actual campeona de Europa-, principalmente porque
considera que ambos equipos saben muy bien cómo juega el
rival. “Grecia y España se conocen perfectamente. Quizás
seamos un equipo mucho más ágil, una caballería ligera y me
da la sensación de que a Grecia le gusta jugar más como una
caballería pesada. Todo lo que sea contrataque, transición y
rapidez bien jugada nos beneficia a nosotros, las posesiones
largas y el juego pausado a ellos”, explica.
Juan Antonio Corbalán reconoce haber quedado sorprendido con
la eliminación del todopoderoso combinado norteamericano,
por considerarlo uno de los favoritos, aunque al mismo
tiempo se muestra crítico con su juego. “EE.UU. tiene que
entender que aunque la NBA aglutina a los mejores jugadores
uno por uno del mundo, como equipos no son los mejores. El
jugador universitario americano y el juego europeo es mucho
más estratégico, más rico e inteligente y en definitiva
mucho más creativo”.
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