El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón concluyó su
breve estancia en Argel, en el marco de la comisión
rogatoria dictada a propósito de la llamada 'Operación
Tigris', en la que se detuvo en nuestra ciudad a un presunto
individuo relacionado con la red terrorista AlQeda. En esta
operación desarrollada a nivel nacional se logró detener a
otras quince personas vinculadas al entorno terrorista de
los que dos son de Ceuta y al menos uno de ellos pudiera
tener relación, por su apoyo logístico, con los atentados
del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Garzón y sus interlocutores argelinos decidieron mantener un
absoluto silencio sobre las conversaciones del magistrado
español, y éste declinó hacer declaraciones tanto a su
llegada el sábado pasado, procedente de París, como a su
regreso a Madrid.
El objetivo del magistrado era recabar datos sobre los
argelinos detenidos en España presuntamente implicados en
actividades terroristas, y en concreto la red que fue
descubierta el año pasado en Madrid, Valencia, Cádiz y
Barcelona, con ramificaciones que apuntaban a la
organización Al Qaeda.
El 15 de junio del año pasado, las operaciones 'Tigris' y
'Sello' de la policía nacional española lograron
desarticular dos redes vinculadas a la rama iraquí de Al
Qaeda.
De los dieciséis detenidos, adictos al grupo 'Ansar El
Islam' (Los seguidores del Islám), once fueron encarcelados,
entre ellos varios argelinos.
La 'Operación Tigris' continuó el 17 de junio con la
detención en Cataluña del marroquí Said El Mazmuzi, seguida
el día 27 del argelino Mohamed Saad, detenido en Valencia, y
al día siguiente la del marroquí Ridune Elurma, arrestado en
la localidad de Puigcerdá.
Tan sólo en 2005 se detuvieron en España un total de 110
sospechosos por su relación con grupos radicales islámicos,
y según fuentes judiciales argelinas son unos 70 los
argelinos encarcelados en España.
Entre los objetivos de los implicados en esas detenciones
estaba el envío de 'voluntarios' a Irak para enrolarse en la
banda dirigida por el terrorista jordano Abu Musab Al
Zarqaui, que murió en junio.
Detenido en Ceuta
Una de las personas detenidas, Tarek Hamed Hamu, fue
arrestado en un centro penitenciario de Algeciras (Cádiz),
donde permanecía interno tras su detención el 2 de abril de
2005 en Ceuta en una operación contra el tráfico de
estupefacientes.
Garzón ya había investigado a este grupo en al menos otra
causa, en la que en enero de 2005 procesó a siete argelinos
y un español por haber supuestamente proporcionado apoyo
logístico a varios de los autores de los atentados del 11 de
septiembre en Estados Unidos.
De los dieciséis terroristas detenidos en junio pasado en la
operación 'Tigris', tres de ellos lo fueron en Madrid, cinco
en Barcelona y otros tres en Valencia, Algeciras y Puerto de
Santa María. Se trataba de once marroquíes, dos argelinos,
otros tantos ceutíes y uno sin identificar.
El Ministerio español del Interior informó entonces que los
arrestados eran musulmanes radicalizados que constituyeron
una red islamista de apoyo a la causa iraquí de ideología
yihadista, con conexiones en diferentes países de Oriente
Medio, Magreb y Reino Unido y centro de operaciones en
Siria.
Garzón ha recabado la ayuda del Ministerio argelino de
Justicia y de los magistrados que se ocupan de casos de
terrorismo para completar el sumario y disponer del mayor
número de datos sobre la participación de ciudadanos
argelinos en redes terroristas con células instaladas en
territorio español.
Los servicios españoles de inteligencia han considerado que
más de un millar de marroquíes y argelinos se han
incorporado a las filas de la insurgencia iraquí.
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