El enésimo apagón eléctrico
sufrido en la Ciudad repercutió negativamente en el
desarrollo habitual de la Ceuta laboral, comercial y la del
hogar. A las 11’30 horas de la mañana la ciudad quedó sin
energía eléctrica. Endesa reconoció que tuvo un “cero”, es
decir, incapaz de su suministrar energía a la población por
la caída “inexplicable” de sus equipos. Así estuvo, según
sus portavoces, durante 25 minutos. Desde ahí, las doce,
hasta las 15’00 ó 15’15, hora en que logró restablecerse el
cien por cien del suministro, las culpas las derivaron hacia
la Empresa de Alumbrado Eléctrico que es la que debe
encargarse del flujo de corriente eléctrica que recibe de
Endesa.
El “Cero” de Endesa provocó la caída de todos y cada uno de
los sectores y subsectores en los que está dividida la
ciudad. De ahí que los operarios de la Empresa de Alumbrados
tuvieron que emplearse a fondo para reponer la energía
recorriendo maratonianamente todos y cada uno de los módulos
existentes en la urbe para activarlos. Sea como fuere, Ceuta
se vio afectada una vez más por el ya cuento de nunca acabar
que significan estos ‘apagones’ que sufre la ciudad en un
número mucho más elevado de lo permitido en una sociedad del
siglo XXI como la nuestra que no cuenta con un proveedor de
energía eléctrica capaz, según se nos indica, de proveer las
necesidades de una población cada vez con mayor demanda de
kilowatios.
Hogares damnificados en los que todo funciona con la
corriente eléctrica, negocios parados, comercios cerrados y
establecimientos de alimentación sufriendo la descongelación
y ruptura de la cadena de frío de los alimentos... un
desastre. El centro de la ciudad recibió, por sectores, la
energía eléctrica unos 90 minutos después del ‘apagón’, pero
en el exterior la luz no llegó hasta tres horas y media
después. ¿Puede Endesa aportar la energía que necesita
actualmente Ceuta?. ¿Cuenta con equipos adecuados?. ¿Cuando
falla Endesa, hay dinamismo en la recuperación del
suministro?. Mientras el norte de Marruecos recibe energía
española mediante cable desde la península, Ceuta sigue
siendo una isla enérgetica con medios insuficientes a la
vista de los acontecimientos tristemente cotidianos.
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