El otro día, aprovechando el buen
tiempo, recorrí Ceuta a pie. Observé lo bonita que esta mi
ciudad; Calle Real, Plaza de la Constitución, Paseo Juan
Pablo II, bajos de la Marina, Recinto Ferial, paseo peatonal
del Monte Hacho, Jardines de Elena, Argentina y Rosende y un
largo etc. Durante el recorrido, mis pensamientos se
desorientaron al comparar las actuaciones del Gobierno de
José Luis Rodríguez Zapatero y los contenidos de las
comparecencias y notas de prensa del partido socialista en
nuestra ciudad y, solo pude sacar una conclusión; ¿ por que
llamarle de Ceuta ?. Me resultó sorprendente. Y esta
conclusión personal, es el resultado que se obtiene tras
reflexionar sobre algunas actuaciones protagonizadas por sus
líderes en relación a nuestra ciudad.
Extraigo de mis archivos el primer documento, “MERECEMOS UNA
CEUTA MEJOR”, programa electoral de los socialistas ceutíes
en los pasados comicios y, por tanto, contrato entre estos y
el pueblo de Ceuta. Este documento contiene las promesas de
finalizar la construcción del nuevo Hospital Civil, obra del
anterior Gobierno, en dos años, la puesta en marcha de
medidas concretas en los seis primeros meses de gobierno
para resolver nuestra crisis económica, la bonificación al
50% del transporte marítimo de personas y mercancías y la
promesa de incluir en la Constitución Española la
denominación de Ciudad Autónoma de Ceuta a través de la
reforma constitucional.
Una vez ganadas las elecciones, la primera respuesta que
recibió el pueblo de Ceuta fue la designación del ex
diplomático, Máximo Cajal, como asesor de la Secretaría de
Relaciones Internacionales del PSOE y, representante
personal del Presidente del Gobierno para la Alianza de
Civilizaciones junto al jefe de gabinete del secretario
general de las Naciones Unidas y el embajador español ante
la ONU. Debemos recordar que este individuo es autor del
libro “Ceuta, Melilla, Olivenzia y Gibraltar. Donde acaba
España”, obra que defiende la entrega de Ceuta y Melilla a
Marruécos.
La segunda actuación que ejerció el ejecutivo socialista, en
beneficio de los intereses de Ceuta fue, la no invitación de
nuestra Ciudad Autónoma en las dos reuniones bilaterales de
alto nivel celebradas entre España y Marruécos, incumpliendo
la promesa efectuada en el discurso de envestidura del
Presidente Zapatero en la Cámara de Represtación, Congreso
de los Diputados. Rememorando, al mismo tiempo, el silencio
guardado por nuestro Presidente incluyendo, sorbo de agua,
al responder sobre nuestra españolidad.
Aunque también, en materia de asuntos exteriores, podemos
citar la previa petición de permiso al Gobierno Marroquí
para la realización de la visita de Zapatero a Ceuta o, el
episodio de los coches regalados y que, al final, fueron
recogidos en nuestro puerto por una embarcación marroquí
para su posterior traslado. Doblegándose en todo momento a
las exigencias marroquíes siempre en contra de nuestros
intereses.
Y, por supuesto, todas aquellas iniciativas presentadas por
los representantes ceutíes del Partido Popular en el
Congreso y en el Senado y que, en todo momento, han contado
con el voto negativo del grupo socialista. Iniciativas de
toda índole en beneficio de los ceutíes. Aunque, al escribir
estas reflexiones, los temores se apoderan de mi, mi
libertad de expresión como ciudadano español puede ser
coartada. Algún insigne e inteligente miembro de los
socialistas ceutíes, hábil conocedor de las leyes españolas
y marroquíes, puede llevarme ante los tribunales de
justicia. Porque, política y justicia se entrelazan
íntimamente en algunas ocasiones.
No obstante y, dejando a un lado esta última broma, no tengo
ninguna duda respecto a la conclusión extraída de mis
reflexiones. Y todo ello, sin tener en cuenta todas las
actuaciones cometidas, contra los intereses de los ceutíes,
en la época de Felipe González. En definitiva, soy uno más
de los que piensan que el partido socialista representa los
intereses del Gobierno Central en Ceuta pero, en ningún
modo, los intereses de los socialistas ceutíes se ven
representados en Madrid a través de esta formación y por
tanto, jamás aceptaré que se unan los términos “socialista”
y “de Ceuta”.
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