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El delegado del Gobierno, Jenaro
García Arreciado, ha augurado sin dudarlo un futuro
económico solvente para la Ciudad Autónoma y lo ha
justificado valorando el estado de algunos sectores
estratégicos. Respecto al turismo, García Arreciado explicó
que su sensación desde la península era que Ceuta no estaba
suficientemente promocionada y que se trataba aún de un
emplazamiento por conocer, lo que deja una línea de trabajo
abierta en el horizonte de este área.
La Ciudad cuenta con suelo industrial suficiente como para
implantar un tejido que pueda sostenerse por sí mismo, con
la ventaja que suponen las reglas de origen y la ubicación
estratégica de su puerto como arco de entrada y salida de
mercancías.
El comercio, que este último año está registrando números
que hacen pensar en una reactivación, deberá planificar
estrategias que tengan como objetivo la toma de posiciones
en esa carrera libre de categorías que supondrá la caída de
aranceles prevista para 2010.
El propio puerto, tan necesario como complemento del resto
de los sectores, deberá asumir estos años decisivos con la
mirada fija en la búsqueda de operadores que financien su
ampliación, con el objetivo de no quedar rezagado ante la
magnitud de los servicios que ofrecerán ‘monstruos’ como
Algeciras o Tanger Med. García Arreciado apuntó un dato
interesante que podría ser la consolidación de Ceuta en el
nodo estratégico del Estrecho: la especialización.
Por último, el delegado del Gobierno apuntó hacia Marruecos.
Con las actuales relaciones bilaterales que se mantienen,
unidas a la mayor participación del vecino país en las
iniciativas de la Unión Europea en materia de inmigración,
el delegado augura que el reconocimiento de la Aduana ceutí
podría conseguirse en “un futuro cercano, hablando en
términos históricos”, lo que equivale a sustituir décadas
por años como unidad temporal. Lo importante es que lo
veamos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
