El ruso Gregory Perelman ha sido considerado un genio desde
que en 1982, a los 16 años, ganó la medalla de oro en la
Olimpiada Internacional de Matemáticas con una puntuación
perfecta, pero su celebridad tomó escala mundial cuando en
2002 presentó la solución a la Conjetura de Poincaré, un
complejo problema matemático que nadie había sido capaz de
resolver después de todo un siglo de esfuerzos de la
comunidad científica.
Al propio Perelman le costó ocho años de reclusión y arduo
trabajo llegar a sus conclusiones, pero cuando logró lo que
podría ser el triunfo, no quiso comportarse como un mortal
más y recoger los frutos. En vez de publicar sus resultados
en alguna revista científica, los colgó en la web “Arxiv”,
un sitio donde se publican borradores de artículos que
esperan a perfeccionarse –para científicos más comunes, no
para Perelman- antes de recibir la bendición de las
publicaciones revisadas por expertos en la materia. Este
primer detalle podría ser considerado una simple pose si no
fuese porque pude costarle a Grigory un millón de dólares,
el dinero que ofreció el Instituto Clay a quien resolviera
la conjetura y publicará los resultados en una de las
mencionadas revistas.
Pero, ¿cuál fue el planteamiento de Poincaré? Plantear la
hipótesis según la que un conejo y una pelota de tenis son
lo mismo. Lo crean o no, para un topólogo, un conejo se
parece más a una pelota que a un donut. El motivo es que
tanto el conejo como la pelota pueden deformarse hasta
convertirse en un punto, y esta cualidad –siempre desde el
punto de vista del topólogo- los convierte en una esfera.
Este fue –más o menos- el planteamiento que realizó Henri
Poincaré en 1904, aunque no fue capaz de demostrarlo. Muchos
matemáticos estudiaron la hipótesis y el interés se
incrementó cuando comenzaron a intuir que podía ser cierta.
El interés escapa, como resulta evidente, a casi todas las
mentes, pero los expertos aseguran que la resolución de la
conjetura ofrece información esencial sobre la naturaleza
del espacio. Cien años después, precisamente en el Congreso
de Matemáticos de Madrid, la hipótesis, gracias a Gregory
Perelman y al beneplácito de las autoridades matemáticas del
mundo, puede convertirse en un teorema. Tras echar un
vistazo al problema que Poincaré planteó, sólo queda admirar
a Perelman y, por supuesto, perdonarle pequeñas manías como
la de no aceptar premios millonarios.
En la primavera de 2003, Perelman aceptó la invitación de
varias universidades americanas y viajó a Estados Unidos,
donde explicó cómo había resuelto el enigma planteado por
Poincaré. Después regresó a San Petersburgo, la ciudad donde
hasta ese momento había trabajado en el Instituto Steklov de
Matemáticas, se dio de baja y desapareció.
Tras de sí dejó dos breves artículos –de 22 y 39 páginas
respectivamente- para que la comunidad matemática los
analizase y tratase de descubrir alguna fisura en sus
cálculos. Tres años de estudio después, las 61 páginas que
Perelman colgó en la red se ha convertido en tres largos
artículos: mil páginas que entreveran prosa y matemáticas y,
probablemente, darán por cerrado el problema que Henri
Poincaré planteó hace más de cien años y por el que,
fundamentalmente, el ruso puede recibir el Fields-Nobel de
Matemáticas-.
El Congreso de Matemáticas, celebrado en Madrid, durante
nueve días, a partir del 22 de Agosto de 2006 y duró hasta
el 30 del mismo mes, contó con la presencia de mil
especialistas de todo el mundo que discutieron sobre los
avances de la Matemática y sus aplicaciones e influencias en
otros sectores del conocimiento humano. El Congreso
constituyó un acontecimiento excepcional para la comunidad
científica internacional y se le dio tanta importancia en
España, que las principales autoridades del país,
participaron en actividades protocolarias y a las ceremonias
de inauguración y clausura, así como en la entrega de
premios.
La Medalla Field, que se otorgó el día de la inauguración,
es la más importante que puede recibir un matemático, y es
equivalente al Premio Nobel de esa especialidad, y se
concede cada cuatro años por la Unión Matemática
Internacional a jóvenes matemáticos menores de cuarenta años
que hayan tenido una destaca contribución en ese campo.
Y el genio ruso, Perelman, no acudió. Tampoco quiso ofrecer
una videoconferencia. Ni aceptar los 11.000 euros del
premio. Una ausencia anunciada pero mantenida en secreto
hasta el último momento por la Unión Matemática
Internacional (UMI). Sólo se pudo ver a Grigory en la
borrosa fotografía proyectada durante el acto de entrega de
galardones, en la que aparece con semblante serio y
vistiendo chándal y americana. Su figura está envuelta en un
halo de misterio, alimentado por los rumores sobre su salud
mental. “Es un hombre ensimismado, a veces da la impresión
de estar algo chalado. No es un defecto, sino una cualidad
de los buenos matemáticos”.
Fiel a la imagen excéntrica del “científico loco” –barba sin
recortar, atuendo descuidado, Perelman, de 40 años, no sólo
rechazó un premio ansiado por investigadores de todo el
mundo, sino que renegó de la comunidad matemática, de la que
asegura, se encuentra “aislado”.
El Congreso fue presidido por Manuel de León, prestigioso
matemático, y primer español que formará parte de su
ejecutiva. Afirma que el desarrollo de las matemáticas en
nuestro país ha sido espectacular. En 1980, de cada mil
artículos publicados en la “Web of Science” -el principal
banco de artículos matemáticos del mundo- tres eran de
autores españoles: ahora son cinco de cada cien. En 20 años
las matemáticas han crecido más en España que en cualquier
país del mundo y a nivel nacional es la tercera ciencia en
niveles de producción.
Y sobre el tema de la enseñanza, el Sr. de León piensa que
es un problema complejo porque hay varios parámetros.
Tenemos buenos profesores, pero la educación, al ser
universal presenta muchas dificultades. Hay retos, como la
inmigración que presentan problemas de idiomas. En primaria,
a veces, los profesores no tienen suficiente formación, y en
secundaria si no se aumenta el número de horas que serían
necesarias, ya que las matemáticas requieren un esfuerzo
continuado, por lo que es conveniente tener clases todos los
días…..
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