PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura


Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - SÁBADO, 21 DE OCTUBRE DE 2006

 
OPINIÓN / EL MAESTRO

Gregory Perelman

Por Andrés Gómez Fernández


El ruso Gregory Perelman ha sido considerado un genio desde que en 1982, a los 16 años, ganó la medalla de oro en la Olimpiada Internacional de Matemáticas con una puntuación perfecta, pero su celebridad tomó escala mundial cuando en 2002 presentó la solución a la Conjetura de Poincaré, un complejo problema matemático que nadie había sido capaz de resolver después de todo un siglo de esfuerzos de la comunidad científica.

Al propio Perelman le costó ocho años de reclusión y arduo trabajo llegar a sus conclusiones, pero cuando logró lo que podría ser el triunfo, no quiso comportarse como un mortal más y recoger los frutos. En vez de publicar sus resultados en alguna revista científica, los colgó en la web “Arxiv”, un sitio donde se publican borradores de artículos que esperan a perfeccionarse –para científicos más comunes, no para Perelman- antes de recibir la bendición de las publicaciones revisadas por expertos en la materia. Este primer detalle podría ser considerado una simple pose si no fuese porque pude costarle a Grigory un millón de dólares, el dinero que ofreció el Instituto Clay a quien resolviera la conjetura y publicará los resultados en una de las mencionadas revistas.

Pero, ¿cuál fue el planteamiento de Poincaré? Plantear la hipótesis según la que un conejo y una pelota de tenis son lo mismo. Lo crean o no, para un topólogo, un conejo se parece más a una pelota que a un donut. El motivo es que tanto el conejo como la pelota pueden deformarse hasta convertirse en un punto, y esta cualidad –siempre desde el punto de vista del topólogo- los convierte en una esfera. Este fue –más o menos- el planteamiento que realizó Henri Poincaré en 1904, aunque no fue capaz de demostrarlo. Muchos matemáticos estudiaron la hipótesis y el interés se incrementó cuando comenzaron a intuir que podía ser cierta. El interés escapa, como resulta evidente, a casi todas las mentes, pero los expertos aseguran que la resolución de la conjetura ofrece información esencial sobre la naturaleza del espacio. Cien años después, precisamente en el Congreso de Matemáticos de Madrid, la hipótesis, gracias a Gregory Perelman y al beneplácito de las autoridades matemáticas del mundo, puede convertirse en un teorema. Tras echar un vistazo al problema que Poincaré planteó, sólo queda admirar a Perelman y, por supuesto, perdonarle pequeñas manías como la de no aceptar premios millonarios.

En la primavera de 2003, Perelman aceptó la invitación de varias universidades americanas y viajó a Estados Unidos, donde explicó cómo había resuelto el enigma planteado por Poincaré. Después regresó a San Petersburgo, la ciudad donde hasta ese momento había trabajado en el Instituto Steklov de Matemáticas, se dio de baja y desapareció.

Tras de sí dejó dos breves artículos –de 22 y 39 páginas respectivamente- para que la comunidad matemática los analizase y tratase de descubrir alguna fisura en sus cálculos. Tres años de estudio después, las 61 páginas que Perelman colgó en la red se ha convertido en tres largos artículos: mil páginas que entreveran prosa y matemáticas y, probablemente, darán por cerrado el problema que Henri Poincaré planteó hace más de cien años y por el que, fundamentalmente, el ruso puede recibir el Fields-Nobel de Matemáticas-.

El Congreso de Matemáticas, celebrado en Madrid, durante nueve días, a partir del 22 de Agosto de 2006 y duró hasta el 30 del mismo mes, contó con la presencia de mil especialistas de todo el mundo que discutieron sobre los avances de la Matemática y sus aplicaciones e influencias en otros sectores del conocimiento humano. El Congreso constituyó un acontecimiento excepcional para la comunidad científica internacional y se le dio tanta importancia en España, que las principales autoridades del país, participaron en actividades protocolarias y a las ceremonias de inauguración y clausura, así como en la entrega de premios.

La Medalla Field, que se otorgó el día de la inauguración, es la más importante que puede recibir un matemático, y es equivalente al Premio Nobel de esa especialidad, y se concede cada cuatro años por la Unión Matemática Internacional a jóvenes matemáticos menores de cuarenta años que hayan tenido una destaca contribución en ese campo.

Y el genio ruso, Perelman, no acudió. Tampoco quiso ofrecer una videoconferencia. Ni aceptar los 11.000 euros del premio. Una ausencia anunciada pero mantenida en secreto hasta el último momento por la Unión Matemática Internacional (UMI). Sólo se pudo ver a Grigory en la borrosa fotografía proyectada durante el acto de entrega de galardones, en la que aparece con semblante serio y vistiendo chándal y americana. Su figura está envuelta en un halo de misterio, alimentado por los rumores sobre su salud mental. “Es un hombre ensimismado, a veces da la impresión de estar algo chalado. No es un defecto, sino una cualidad de los buenos matemáticos”.

Fiel a la imagen excéntrica del “científico loco” –barba sin recortar, atuendo descuidado, Perelman, de 40 años, no sólo rechazó un premio ansiado por investigadores de todo el mundo, sino que renegó de la comunidad matemática, de la que asegura, se encuentra “aislado”.

El Congreso fue presidido por Manuel de León, prestigioso matemático, y primer español que formará parte de su ejecutiva. Afirma que el desarrollo de las matemáticas en nuestro país ha sido espectacular. En 1980, de cada mil artículos publicados en la “Web of Science” -el principal banco de artículos matemáticos del mundo- tres eran de autores españoles: ahora son cinco de cada cien. En 20 años las matemáticas han crecido más en España que en cualquier país del mundo y a nivel nacional es la tercera ciencia en niveles de producción.

Y sobre el tema de la enseñanza, el Sr. de León piensa que es un problema complejo porque hay varios parámetros. Tenemos buenos profesores, pero la educación, al ser universal presenta muchas dificultades. Hay retos, como la inmigración que presentan problemas de idiomas. En primaria, a veces, los profesores no tienen suficiente formación, y en secundaria si no se aumenta el número de horas que serían necesarias, ya que las matemáticas requieren un esfuerzo continuado, por lo que es conveniente tener clases todos los días…..
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto