El ring del teléfono me sorprende
viendo el Chelsea-Barcelona.
-Manolo, ¿eres tú?...
-Coño, metijón, llevas cien días sin llamar y lo haces
cuando no debes. La verdad es que te distingues siempre por
tu inoportunidad.
-Lo siento, de verdad, pero he estado fuera mucho tiempo por
causas ajenas a mi voluntad y no he podido resistir la
tentación de llamarte.
-Al grano...
- ¿Qué te ha parecido la encerrona que le han preparado al
delegado del Gobierno?
-Una bufonada en todos los sentidos.
-¿Tú crees que Juan Luis Aróstegui es un payaso?
-No. Que más quisiera él tener el arte de quienes hacen reír
con sus gestos y dichos extravagantes.
-¿Acaso es una mala sombra? -
-Tampoco creo que lo mueva la mala intención en todo cuanto
hace y dice.
-Dime algo que se le parezca.
-Podría hacer muy bien el papel de “El lindo don Diego”, en
una comedia de figurón.
-Llevas razón, Manolo: este señor se pierde por querer
participar en todo e imponer sus criterios en todos los
asuntos de la ciudad. Y no se da cuenta de que la gente lo
ve ya como un personaje de comedia, afectado y propenso a
ponerse en ridículo.
-La culpa de ello no es sólo suya, estimado metijón; la
culpa es de los medios de comunicación que, por necesidades
de relleno, le han hecho creerse que está dotado de una
inteligencia que España no debe desaprovechar. Y qué decir
de Ceuta.
-¿En qué medida tienen los medios la culpa de que el hombre
crea que está en posesión de un coco privilegiado?
-Te lo explico: desde hace ya bastantes años, cuando en las
redacciones se necesita información para rellenar las
páginas, el director piensa en Aróstegui y manda al
periodista de turno a visitarlo convencido de que no se
volverá de vacío.
-Bien. Pero no me negarás que Aróstegui, con esa actitud,
consigue ganarse a los redactores y, sobre todo, a quienes
llegan a la ciudad y lo primero que hacen es buscarlo para
no pegar un petardo en sus primeros días de trabajo.
-Así es. Por tal motivo, goza de tan buen cartel en los
periódicos. Una situación que él aprovecha para llenarle la
cabeza de pájaros a los periodistas recién llegados de
afuera y los predispone en contra de quienes sabemos ya de
qué va y cómo se las gasta.
-¿Por qué sale tanto en la televisión?
-Por lo mismo que chupa página en los papeles. Es decir,
porque su deseo de figurar le viene de maravilla a quienes
desean hacer programas para debatir y se encuentran con que
no hay mucho donde elegir.
-Lo que no deja de ser un error por parte de las
televisiones, ¿no?
-¿Por qué?...
-Porque es bien sabido que a Aróstegui se le hace una
pregunta y te da un discurso. Es decir, que hace del debate
un monólogo. Y encima se come al moderador y si es posible
trata de que el programa dure hasta que él se aburra de
perorar.
-A la televisión local, metijón, le viene muy bien el
comportamiento ante las cámaras del secretario general de
CCOO y otros cargos.
-No lo entiendo.
-Mira, cuantas más veces salga en la pantalla y en los
periódicos, más se irá quemando en todos los aspectos.
-¿Y qué?...
-Pues que los empresarios que confían en él para que airee
el parte de sus intereses y en cómo da la cara en los
juzgados, cuando toca, se darán cuenta de que huele a humo.
Y ya sólo le quedará declararse en ruina por siniestro.
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