España es, según dicen los que más
saben de esto, un país laico. Oiga, amigo guardia, si lo
dicen sus razones tendrán. Aunque obras son amores y no
buenas razones. Ya lo dijo aquel, por sus obras les
conoceréis. Y es, ahí, donde está la madre del cordero, que
unas religiones reciban más ayudas que otras, cuando si es
un país laico, porque así lo han decidido, el que quiera
religión que la pague y sin que existan favoritismo porque,
entonces, apaga y vámonos.
Soy de eso que piensan que, en las celebraciones de las
fiestas importantes sin distinción de credos, se ayude a los
que más lo necesitan. Pero, insisto, a todos sin distinción
de credos.
No es de recibo que se vuelquen, todas esas ayudas, hacia
determinadas religiones porque estaremos entrando en una
discriminación con el resto de las mismas.
El pasado año, en la prisión Sevilla 2, los responsables de
la misma agasajaron al medio centenar de presos musulmanes,
al final del Ramadán, con un almuerzo especial de cordero
asado. Cosa que nos parece muy bien.
Lo que ya no nos parece bien es que, al resto de los presos,
no se les invitase a ese almuerzo de cordero asado cuando,
precisamente, ese día grande los musulmanes, a igual que
nosotros hacemos en navidad, invitan a todos los familiares,
amigos y conocidos a sus comidas tradicionales en esas
fiestas e incluso reparten, parte de sus comidas, entre los
vecinos más necesitados.
Sin embargo cuando, ese mismo año, se celebró la fiesta de
navidad, no fue la comida extraordinaria sólo para los
reclusos cristianos, sino para todos los que estában
cumpliendo condena, sin distinción de credos, que es como
debe ser. ¿Por qué esa discriminación, entre unos y otros?.
Igual nos lo explica la Junta de Andalucía, un siglo de
estos en que no tenga mejor cosa que hacer.
Se están equivocando más que una tonta haciendo punto de
cruz.
Y esto que está pasando, en los momentos actuales, parecería
de chiste sino fuese por la seriedad del problema.
Resulta que la Junta de Andalucía, esa que gobierna nuestra
paisano Chaves, ese que tanto ha hecho por su tierra desde
todos los puestos que ha ocupado, incluído el de Ministro de
Trabajo y que servidor cree que, en agradecimiento, ya que
estamos haciendo una jartá de estatuas, le deberíamos hacer
una a él.
Pues, bien, desde la Junta de Andalucía se ha incluido que
al término del Ramadán, todos los menores de edad musulmanes
que, trás cruzar el Estrecho de forma ilegal, y que han sido
acogidos en centro de protección tutelado por la Junta,
llamen por teléfono y feliciten a sus familiares. Oiga que
esto es cierto, que no es ningún chiste.
En principio la Junta no devuelve a estos menores de edad a
sus países porque desconocen dónde están sus familias, las
cuáles tienen la obligación ineludible de ejercer,sobres
estos niños, la patria potestad.
Y, aquí, es donde viene lo bueno, el Gobierno andaluz
faculta a, todos estos niños, a que, a través del teléfono,
puedan mantener desde los centros de acogidas una
comunicación con sus padres que, oficialmente, están en
paredero desconocido. ¿Me gustaría saber si, ustedes,
entienden algo de esto?.
Lógico que cuando llegan de forma ilegal, a España, se les
acoja y se les sirva de custodia hasta que lleguen a su
mayoría de edad. Pero lo que no se entiende, de ninguna de
las maneras, es que sus padres que están oficialmente,
desaparecidos, se les ponga un teléfono para que hablen con
ellos. ¿Y cómo van a hablar, por teléfono con ellos, si
estos niños nada más llegar a España, lo primero que
dicen,es qué no saben dónde están sus padres?.
Y los “buenos”, eso que se dedican a hacer obras de caridad
con el dinero de los demás, porque no ponen un euro de sus
bolsillos , qué dicen de esas llamadas y por qué no ayudan a
eso niños, que tanto quieren, a regresar con sus familias
que es donde deben estar.
No se preocupen, no dirán nada sobre el asunto ni, mucho
menos, intervendrán para que eso niños vuelvan a sus hogares
con sus familias.
Si esos niños vuelven con sus familias, ellos dejarían de
ser tan “buenos” porque, entonces, a qué iban a dedicar el
tiempo que dedican a querer tanto a esas pobres criaturas.
Porque, en definitiva, esos pobres niños, son unas criaturas
que luchan por buscar un mundo mejor. Y si esos niños, se
quedan en casa y no huyesen de las mismas, entrando
ilegalmente en España, a todos los “buenos”, que tanto les
quieren, se les acabaría el “trabajo” y, ya me contarán a
qué iban a dedicar tantas horas sin poder hacer obras de
caridad con el dinero de los demás.
Lo que parece de chiste es lo del teléfono, a quién van a
llamar, si no saben dónde están sus padres.
La verdad es que hay cosas que, por muchas vueltas que le
doy a la cabeza, no las entiendo. Seguro que estoy a años
luz de esas “lumbreras”.
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