Fue el Rey Hassan II quien
refiriéndose a las relaciones de España con Marruecos dada
la proximidad geográfica, el continuo incremento de
trabajadores marroquíes residentes en España, el contencioso
de Ceuta y Melilla, los intereses económicos de nuestra
nación en el país vecino entre los que se encontraba la
renovación de las licencias de pesca en zona de jurisdicción
marroquí, etc., expresó aquella frase de que “los dos países
estaban condenados a entenderse”.
Nosotros, contemplando las divergencias existentes entre el
Delegado del Gobierno, por una parte y, por otra, el
gobierno de la Ciudad Autónoma, la Cámara de Comercio, la
Confederación de Empresarios, los Sindicatos y el Consejo
Económico y Social de Ceuta no tenemos por menos que emular
la conocida frase ya que son muchos los intereses que
defienden unos y otros, y así vemos como por parte de la
Ciudad se está en poner de manifiesto, entre otras
cuestiones, la escasez de las consignaciones incluidas en el
proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2007, en
la falta de atención a la construcción de un Campus
Universitario, en los deseos de participación en la gestión
de la Sanidad Pública y en no avalar el documento de la
”Mesa por la Economía” en el que se han aunado además las
fuerzas sociales y económicas de la Ciudad como queda dicho,
a través del CES que, según su presidente, con este tipo de
iniciativas se va despertando la conciencia social de los
trabajadores, de los empresarios y de los ciudadanos en
general, lamentándose que, “en estos momentos, no se tengan
receptores adecuados pero que un momento posterior lo pueden
tener”. Pero no seríamos justos ni equitativos si no
comentáramos las justificaciones del Delegado del Gobierno
que, por lo que se refiere a los Presupuestos para el
próximo ejercicio, ha señalado que considera a Ceuta la
ciudad española con mayor inversión per cápita de la nación,
que, poco menos, el que no se haya incluido partida alguna
para atender el futuro Campus Universitario no quiere decir
nada, puesto que se da el caso de acciones que tienen cabida
en los presupuestos que luego no se llevan a cabo y con
otras pasa lo contrario, que la petición de participar en la
gestión de la Sanidad Pública y en la Educación Estatal, no
es mas que interés por querer “mangonear” para colocar a
familiares y amigos (estas consideraciones expuestas por el
PSOE local) y, por último, mencionaremos el envite lanzado
por la autoridad gubernativa, quien ante las críticas a sus
actuaciones, principalmente por no atender el documento de
la “Mesa por la Economía” de la que ha dejado de formar
parte, amenaza con que “no le reten porque sería malo para
Ceuta”. El reto, creemos, parte de él con la amenaza lanzada
y en esto no podemos estar de acuerdo, aunque le avale su
dependencia y subordinación al Gobierno Central. Ni que se
trate de “sinrazón”, como también ha expresado, unas
conclusiones adoptadas por todas las fuerzas políticas,
sociales y económicas de la Ciudad que, cuando menos, se
merecen un respeto y atención. Otra cosa sería que no
quisiera avalarlas con su firma, para lo que le asiste su
derecho, pero está en la obligación de darles, cuando menos,
el “tramite reglamentario”. ¿No son demasiados los
contendientes del segundo bando, entendemos nosotros, para
que se tenga con ellos siquiera sea un atisbo de atención en
sus reivindicaciones?. Como conclusión creemos, no obstante,
por las circunstancias y consecuencias que pudiera tener
para Ceuta, que tanto el Delegado del Gobierno como las
fuerzas políticas, económicas y sociales de Ceuta, “están
condenados a entenderse”.
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