El Cádiz juvenil se reencontró con la victoria ante el
próximo rival del Goyu-Ryu, el Dos Hermanas San Andrés
malagueño, después de tres jornadas en las que sólo había
podido sumar sendos empates y caer de forma clara en
Córdoba.
El equipo que entrena José Alba Bolli peleó hasta el último
minuto, lo que le llevó a quedarse con los tres puntos
gracias a un gol anotado en el tiempo de prolongación.
El análisis del encuentro lleva a aclarar que hubo un
período para cada contendiente.
Primero se adueñó el conjunto amarillo de tres cuartas parte
del césped sintético de El Rosal. De ahí a los tempraneros
goles de Carlos Martínez y Koeman, el de éste dejando claro
cómo se debe efectuar una definición en carrera. Realizó una
gran vaselina sobre el portero malagueño, de más de 180
centímetros, que acredita al cadista como uno de los
jugadores más en forma.
El gol sicológico del Fuengirola, en lo que se denomina en
baloncesto los minutos de la basura del primer tiempo,
cambió el panorama y destapó a un conjunto visitante más
aguerrido tras el descanso.
Logró empatar y estar cerca del dos a tres, si bien un
último empuje a base de coraje de los pupilos de Bolli
-perfectamente liderados por el magnífico trabajo de Kike-
encontró su recompensa con el doblete de Carlos Martínez en
tiempo añadido.
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