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Sostener el esfuerzo inversor en
infraestructuras y equipamientos, contraer el gasto
superfluo, dirigir el esfuerzo hacia áreas sociales o que
repercutan directamente en el bienestar de los ciudadanos y
contener la presión fiscal son las premisas que el consejero
de Economía y Hacienda, Emilio Carreira, ha recibido del
presidente Vivas para elaborar los Presupuestos Generales de
la Ciudad para el año 2007. Unos presupuestos que tendrán un
significado especial al desarrollarse en un año electoral y
cuyas previsiones estiman un crecimiento del 6 por ciento,
valorado satisfactoriamente por el edil de Economía.
A pesar de que el total de la cantidad que manejará la
Ciudad llegará a los 250 millones de euros, el consejero de
Economía no ha dudado en calificar con un suspenso la
dotación que se recibirá por parte del Estado. Carreira echa
de menos una consignación específica para dos elementos
fundamentales en la definición de Ceuta: la presión
migratoria y el puerto.
El Puerto de Ceuta percibirá una cantidad que sobrepasa los
cinco millones de euros, entre asignación directa y fondos
de compensación, una cifra que dista mucho de los 245
millones de euros apuntados recientemente por el diputado
Francisco Antonio González y que da poco margen de maniobra
a la Autoridad Portuaria, que deberá centrarse de nuevo en
generar suficientes recursos propios para continuar con las
obras de ampliación. Aunque la cifra mencionada por el
diputado popular por Ceuta parece excesiva, teniendo en
cuenta que el Fondo de Compensación Interportuaria cuenta
con unos 1.100 millones de euros anuales para repartir entre
todos los puertos de España, lo cierto es que la ampliación
del puerto precisa de un empuje externo para no estancarse
en un limbo faraónico permanentemente en construcción y
nunca terminado. La Autoridad Portuaria está haciendo sus
deberes y ya sondea operadores, esperemos que el Gobierno
haga también los suyos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
