Tras la movidita semana que el Ceutí de balonmano ha pasado
con la polémica surgida con Pedro Bago, que ha provocado la
marcha de Julio Latas, el equipo, del que ahora se ha hecho
cargo Rafael Almagro, ‘Ali’, no pudo demostrar a la afición
que se congregó en el Pabellón Antonio Campoamor, que sin
Bago también podían ganar.
La motivación del equipo parecía en los minutos iniciales
que iba a dar resultado, dejando claro que no sólo Pedro
Bago era el jugador determinante. Los cinco primeros minutos
fueron demoledores a favor de los intereses unionistas,
cinco a uno, con un Jorge Vendrell y un Munir inspirados y
acertados que tomaron las riendas del equipo.
Pero a partir del minuto diez, la efectividad ofensiva del
Ceutí fue a la baja, sustentada en gran medida por unas
decisiones arbitrales un tanto dudosas, como poco. La
primera, la exclusión de Espinosa, y ya antes dos tarjetas
amarillas, una para Vendrell nada más iniciarse el encuentro
y otra para Josemi.
La pareja arbitral recibía desde el graderío del Campoamor
mensajes del tipo: “se te nota mucho el paisanaje árbitro”,
intentando hacer llegar a los colegiados su disconformidad
ante sus decisiones. Ante esta tesitura, el Ceutí no lograba
reaccionar, todo lo contrario se fue yendo abajo y al
finalizar la primera parte ya iba tres abajo en el marcador.
Tras la reanudación, la situación no mejoró, fue incluso a
peor. A los cinco minutos el electrónico ya reflejaba un 16
a 23 en contra de los unionistas. Cabe destacar que tres
contras de los del ángulo que acabaron en gol, no se vieron
reflejados en el marcador, ya que los colegiados andaluces
determinaron que los jugadores unionistas habían incurrido
en pasos. Detalles como estos, que si bien no pueden
justificar la derrota, si ponen de manifiesto la dificultad
añadida con la que se tuvieron que ver los ahora jugadores
de ‘Ali’, que en más de una ocasión estuvieron a punto de
perder los nervios en la pista.
De esta circunstancia no pasó desapercibida a los
almerienses y sacaron ventaja. En más de una ocasión se
convirtieron en auténticos actores, escenificando faltas
inexistentes y magnificando otras en busca de la exclusión.
El marcador a poco menos de tres minutos para el final
reflejaba una diferencia de seis tantos, que los unionistas
consiguieron rebajar a tres al final del encuentro, gracias
a un Josemi que armó el brazo con contundencia en los dos
últimos minutos del partido.
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