El reciente incendio en una de las naves más próximas a Cruz
Blanca volvió a levantar la indignación entre los vecinos de
la residencia militar Residencial Galera y de varios
edificios anexos. Tras la actuación del cuerpo de Bomberos
para sofocar el fuego, el suceso sirvió para revolver la
tranquilidad de los últimos meses tras los sellados de las
naves en agosto. La irritación general propulsó a algunos
vecinos a recordar que los barracones permanecen habitados y
suponen un foco de basura e insalubridad. Por este motivo,
algunas personas se reafirmaron en su reiterada petición
sobre el derribo definitivo de los edificios.
“El incendio debería obligar al Gobierno a demoler las
naves” argumentaba un vecino. Y es que el problema con los
barracones viene de largo y la vecindad espera “impaciente”
la actuación de las grúas en la zona. Hasta tal punto llega
la sensación de inseguridad que uno de los vecinos aseguró
que “prefería” que el incendio hubiera provocado” la
desaparición de las naves. “Siempre la misma lastra, limpian
por fuera, sellan y anuncian derribo y después, los
edificios siguen llenos de basura, continúan durmiendo
inmigrantes indocumentados y no acaban de demolerlos”,
lamentaron.
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