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DEPORTES - DOMINGO, 15 DE OCTUBRE DE 2006


JUGADOR DEL GOYU-RYU. ARCHIVO.

fútbol / división de honor juvenil grupo iv
 

Un empate que sabe a poco

El Goyu-Ryu mereció más en su enfrentamiento ante el líder del grupo
por su mayor insistencia en ataque
 

CEUTA
Susana Iñesta
susanainesta@elpueblodeceuta.com

Buenas sensaciones, esas eran las que el técnico del Goyu-Ryu tenía antes de iniciarse el encuentro, uno de esos que se esperan a la vez que se temen, dada la entidad del rival, pero mejor pasar este trámite cuando el nivel de juego es el mejor.

Damián Torres se veía por primera vez esta temporada ante la disyuntiva de tener que elegir quien iba a entrar en la convocatoria. No había tenido que verse antes en esta tesitura dadas las numerosas bajas que había tenido en el resto de encuentros disputados esta temporada. Hombres tan importantes para el esquema del entrenador gimnasta como son Joselete o Cristian Salcedo se quedaban en la grada.

Ya antes del partido, durante el calentamiento, Torres pedía al grupo concentración, que todos tuvieran los cinco sentidos puesto en el encuentro, sabedor de la importancia de los puntos puesto en juego.

Los primeros minutos de juego presagiaban que el Goyu-Ryu podría irse al descanso con una amplia ventaja en el marcador. Disfrutaban de la posesión del esférico, controlaban el juego y creaban ocasiones, con el correr del crono, cada vez más claras.

La más peligrosa llegaría en el minuto 23 de juego. Nació en el centro del campo. Reda con una buena visión de juego, realizaba un cambio de orientación, abriendo el campo para la internada de Alfredo (Muy activo durante los minutos de juego que disfrutó. Este apura línea de fondo y dispara a puerta, arriba, haciendo lucirse a Molero, que en dos tiempos atajó la jugada más peligrosa de esta primera parte. A partir de este momento, el juego decayó en intensidad.

Los nervios, fruto de alguna que otra jugada de dudosa legalidad, fueron apoderándose del partido, con lo que las reiteradas faltas y las imprecisiones se fueron adueñando del juego.

Con cuatro tarjetas, dos por bando, excesivas faltas cometidas y algo de cansancio mental, con el empate a cero inicial en el marcador, se llegó al final de los primeros 45 minutos.

A pocos minutos de la reanudación se produjo una jugada que pudo haber cambiado el signo del encuentro. Un centro al área de Alfredo, que el jugador cordobés Pino despeja con la mano, dentro de su área y que ni el colegiado del encuentro, Ángel Celadero ni su asistente en esa banda, Carlos Rodríguez vieron, y que por tanto se quedó sin señalizar.

El juego en la segunda mitad fue de insiste acoso de los gimnastas a la meta de Molero, pero la suerte de cara a puerta era aciaga a los jugadores de Torres. De las más claras, un centro chut, al que saque de una falta que Oscar puso a escasos centímetros del larguero de la portería blanquiverde, aunque ayer vistiera de fucsia. Molero volvió a demostrar que es un gran guardameta, ante el lamento del lateral derecho gimnasta.

El Córdoba parecía conformarse con el empate, aunque a falta de diez minutos de la conclusión del encuentro comenzará a crear peligro. Sobre todo en el 82, cuando David, tras un error defensivo, estuvo a punto de marcar,pero la gran intervención de Samu, dejó en tablas el encuentro de la jornada, donde el punto conseguido fue dado por bueno por ambos entrenadores.
 

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