La ‘Operación Recinto’ que explotó la Guardia Civil durante
el pasado fin de semana y que permitió la detención de nueve
individuos (cuatro ceutíes y cinco marroquíes -entre ellos
un menor-), permanece aún abierta en fase de investigación y
seguimientos.
Según parece, aunque policialmente se ha dado un golpe serio
a la trama, aún podrían quedar elementos pertenecientes a la
red dedicada al tráfico de inmigrantes ilegales que pudieran
ser detenidos tanto en un lado como en otro de la frontera
del Tarajal.
Los controles son máximos por parte de las fuerzas y cuerpos
de seguridad del Estado. La Guardia Civil que opera desde
hace meses para desmantelar esta red, está utilizando medios
altamente tecnológicos con los que estaría logrando el
acopio de pruebas que presentadas ante un juez serán
absolutamente irrefutables una vez se consiga el total de
las detenciones previstas.
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