Miguel Tenorio Tenorio tomó posesión ayer por la mañana de
la Parroquia de San José, sustituyendo al hasta ayer párroco
de San José, el padre José Manuel González, y actual
secretario general de la Vicaría de Ceuta y dean de la Santa
Iglesia Catedral.
El acto consistió en la concelebración de una Santa Misa en
la Parroquia de San José donde, al inicio de la misma se
procedió a dar lectura del nombramiento de Miguel Tenorio
Tenorio como nuevo párroco de dicha parroquia.
Además de los fieles que diariamente acuden hasta la Iglesia
de San José, también se dieron cita en el templo el vicario
de la Diócesis de Ceuta, Francisco Correro Tocón, el párroco
anterior, José Manuel González, y otros sacerdotes de
nuestra Diócesis.
Casi dos años después de que fuera ordenado sacerdote en
nuestra ciudad, hecho que ocurrió el16 de octubre de 2004,
Miguel Tenorio Tenorio regresa a Ceuta para hacerse cargo de
esta Parroquia, después de haber pasado su primer año como
sacerdote al lado del vicario de Ceuta haciendo las
funciones de coadjutor en la Iglesia de África y
posteriormente desempeñando la misma labor en la Iglesia de
San Juan de Dios de Los Cortijillos, en Palmones.
Biografía de un caballa
Para conocer algo más de este caballa que desde siempre ha
querido dedicar su vida en ayudar a los demás y en conocer a
fondo la Palabra de Dios, nuestro rotativo se puso en
contacto con él y mantuvo una entrevista.
Miguel nació en nuestra ciudad en el año 1955, por lo que
tiene 52 años. Es el mayor de tres hermanos, y tal y como
destaca él mismo en la entrevista, su vocación la lleva casi
desde que tiene uso de razón, aunque afirma que en la época
que le tocó vivir a los niños prácticamente no se le
prestaban mucha atención. A los siete años perdió a su
padre, por lo que con esa edad se convirtió en el cabeza de
familia. En nuestra ciudad es muy conocido ya que esa
vocación le ha llevado a estar siempre al lado de los
enfermos, ancianos marginados, etc., intentando llevarles el
consuelo y la alegría que les faltaba.
Ordenación tardía
El motivo por el cual fue ordenado a los 49 años y no antes,
fue porque al faltar su padre tuvo que dejar los estudios y
ponerse a trabajar para poder llevar dinero a casa. Pasaron
los años y con el paso de los mismos la salud de su madre se
vio deteriorada, permaneciendo enferma muchos años hasta su
fallecimiento, y como él mismo destaca, “la Caridad está por
los más allegados a uno mismo”, así que estuvo al cuidado de
su madre hasta el día de su muerte en el año 2001, siendo
entonces cuando se centró en los estudios para llegar a ser
sacerdote, el cuarto sacerdote ceutí en activo.
Pese a todos estos años de continuos retrasos, “designios de
Dios que te van marcando tu vida” según Miguel, él nunca ha
dejado de lado su vocación y además de atender a su madre y
a su hermano pequeño, el cual sufre una minusvalía, también
ha tenido tiempo para estar ahí siempre que se le ha
necesitado, para prestar su ayuda a los más desfavorecidos.
Miguel comentaba a nuestro rotativo que toda esta
trayectoria y durante todos estos años ha contado con
numerosos apoyos, entre ellos el del propio obispo de Cádiz
y Ceuta, Antonio Ceballos Atienza, el del propio vicario de
Ceuta, Francisco Correro Tocón y sobre todo con el apoyo de
Sebastián Araujo Ruiz de Conejo.
Paso al frente
El 9 de octubre de 1998 dio un paso más hacia su
incorporación a la Iglesia y fue nombrado diácono
permanente, junto a Francisco Rodríguez Aro, dándole opción
a ser presbítero en el mismo instante que falleciera su
madre. No en vano, al fallecer su madre el obispo se puso en
contacto con él y le dijo “yo te admito para presbítero, ¿tú
sigues con la misma vocación?, ¿tú quieres serlo?”, a lo que
Miguel no se lo pensó y le mostró a Antonio Ceballos atienza
su deseo de ingresar en el seminario y realizar los estudios
pertinentes hasta ser ordenado sacerdote.
Preguntado por los cambios que haya podido sufrir la Iglesia
de hoy con la de unos años atrás, Miguel comentaba que”los
pasos de la Iglesia hoy por hoy los veo bien, y pienso que
el Papa Juan Pablo II durante todo su pontificado y el Papa
Benedicto XVI, con su forma peculiar y con la ayuda del
Espíritu Santo a la Iglesia la está llevando a un buen
término.
Fiel a la palabra de Dios
En cuanto a lo que se debería mejorar un poco en la Iglesia,
Miguel piensa que “ser fiel a la Palabra de Dios, ser fiel
al Evangelio, mostrar el Rostro Misericordioso de Dios a
diestra y siniestra, ser auténticos y no tener que andar con
escondrijos, y sobre todo intentar siempre, cuando la verdad
es verdad, decirla bajo todos los medios, lo que pasa que
hay momentos y formas de decirlas”. Miguel se mostraba
partidario de no pecar de omisión ya que el día de mañana se
nos va a juzgar por la falta de caridad y por la falta de
omisión, no por las obras que hagamos sino como las hemos
llevado a cabo.
Gran apoyo
Miguel aprovechó nuestro rotativo para agradecer el apoyo de
todos y cada uno de los sacerdotes de nuestra ciudad hacia
él, y a la juventud en particular y a la sociedad en
general, Miguel les pidió confianza en Dios y en los
Evangelios, afirmando que “la gente no puede decir yo confío
en un cura, usted no tiene que confiar en un cura, usted lo
que tiene que confiar es en Dios, ya que el cura que casa,
que entierra, que bautiza, el que oficia una Eucaristía, no
es el cura es el mismo Jesucristo que está allí, entonces
que yo le caigo mal como persona, pues muy bien, pero Cristo
es otra cosa, el Evangelio es otra cosa, Dios es otra cosa,
entonces hay que acercarse más al Evangelio, a conocer a
Jesucristo, a vivirlo interiormente y por supuesto, a
exteriorizarlo”.
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