Por fin llegan los primeros puntos de la temporada. La
mejoría en el juego de los rojiblancos ha tardado en
reflejarse en el marcador pero, tal y como dice el refrán,
más vale tarde que nunca. La diferencia de puntos que
existía entre los dos conjuntos antes de disputarse el
encuentro apuntaban a los visitantes como claro favoritos,
aunque las ganas que tenían los rojiblancos en comenzar a
puntuar era tan grande, que el partido estuvo muy disputado
en su transcurso.
El mayor interés del encuentro se centró en la segunda mitad
ya que la primera fue bastante aburrida debido a la ausencia
de ocasiones de gol de uno y otro conjunto. La única
oportunidad de gol de la primera mitad fue protagonizada por
Tafo, al mandar fuera un cabezado en un centro de Carmelo.
Pedroso Ramos señaló el camino de los vestuarios con dos
equipos que no daban la impresión de ir a por los tres
puntos.
La segunda mitad fue muy distinta a la primera, y a los
cinco minutos, Marín, dentro del área toca con la mano un
balón que intenta controlar Javi Santos. El banquillo
rojiblanco pedía penalti, pero el colegiado no lo señala.
El Atlético de Ceuta se hizo dueño de un partido en el que
su rival apenas lo intentaba. La ocasión más clara para los
ceutíes llegó en el minuto 51. Javi Santos saca un fuerte
disparo de su pierna derecha, pero el balón sale cruzado y
se marcha por línea de fondo.
Los cambios sirvieron de revulsivo en el Atlético de Ceuta.
Rabeh entró en el terreno de juego en el 71 para volver loca
a la defensa del Atlético Sanluqueño. El dorsal número 16 de
los rojiblancos parecía el elegido para dar un empujón a su
equipo. Y así fue, el jugador lo intentaba una y otra vez
por la banda y llevaba el balón al área de los rivales.
Cuando el partido parecía listo para sentencia, Neva hace
entrar al terreno de juego a Anuar, quien más tarde se
convertiría en el héroe del partido para los locales. El
joven delantero provocó un penalti en el minuto 88, y éste
es marcado por Lema. El banquillo rojiblanco se abrazaba y
disfrutaba del gol como si de una final se tratase.
El Atlético Sanluqueño veía como el partido se les escapaba
de las manos. Entonces se fueron arriba a la desesperada
para intentar marcar el gol del empate.
Como en un juego de niños, el conjunto blanquiverde se lanzó
a por el gol, sin pensar que el Atlético de Ceuta estaba muy
motivado y tenía ganas de más. En un rechace de la defensa
ceutí, Rabeh coge el balón en el centro del campo y, en
carrera, gana la partida al último defensor de los
blanquiverdes. El delantero se planta sólo en el área rival
y en el pase de la muerte pone el balón a Anuar en bandeja
para hacer el 2-0 y sentenciar así el encuntro.
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