La plantilla de la AD Ceuta inició ayer la cuenta atrás del
próximo partido de Liga, el que le enfrentará al CD Linares
en el Alfonso Murube -17 horas- con arbitraje del
castellanomanchego Carlos López López y correspondiente a la
octava jornada.
El equipo ceutí se trasladó al Martínez Pirri donde efectuó
un trabajo físico y táctico. Los jugadores caballas
trabajaron primero el apartado físico a las órdenes de
Rómulo Díaz y más tarde ensayaron movimientos defensivos ya
con Carlos Orúe al frente de las operaciones. El jerezano,
que ha utilizado en las dos últimas jornadas ante el Córdoba
y el Sevilla Atlético una zaga de cinco, con tres marcadores
centrales y dos carrileros, quiere corregir algunos
desajustes defensivos que aprovechó el equipo cordobesista
para adelantarse en el marcador con un gol de Arteaga y el
filial sevillista para generar oportunidades de gol muy
claras que desperdició por su falta de pegada y de ‘instinto
asesino’.
Juanma Alamillos y David Narváez son los inquilinos de la
enfermería y no entrenaron con sus compañeros. El capitán,
que ya fue baja en la Ciudad Deportiva del Sevilla, arrastra
molestias en el gemelo derecho y está pendiente de una
ecografía para conocer el alcance exacto de la dolencia. El
capitán del Ceuta aseguró ayer que “tengo menos dolor, pero
el ‘fisio’ me ha dicho que no haga nada porque la zona está
inflamada. Me he puesto hielo y sólo he podido ver entrenar
al equipo”.
El punta jerezano tiene molestias en el hombro izquierdo y
tampoco participó en la sesión. David Narváez se golpeó la
articulación cuando recibió una falta de Ismael y necesitó
asistencia médica. Pudo acabar el partido, pero con dolor.
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