Los resultados electorales
obtenidos por Juan Vivas en los últimos comicios autonómicos
reflejan que, una inmensa mayoría de ceutíes, de diferentes
signos políticos y credos religiosos, optaron por él.
Erradicación de la confrontación política de años
anteriores, control presupuestario, ejecución de importantes
y numerosas infraestructuras, carácter afable, cercanía al
ciudadano, capacidad de trabajo y honradez, características
predominantemente de su primer Gobierno, cautivaron al
electorado.
Nuestro Presidente consiguió, en sus dos años de Gobierno,
erradicar de la memoria de los ciudadanos de Ceuta, las
imágenes de nuestro pasado más reciente donde, algunos de
nuestros representantes mostraban el lado oscuro de la
política; confrontaciones dialécticas, ultrajes, caciquismo,
despilfarro, inmoralidades, etc.
Por ello, y desde el primer día de su elección, anunció su
firme intención de trabajar por y para el pueblo de Ceuta,
en su totalidad. Prueba significativa de esta promesa, la
elaboración del primer y segundo Plan de Dotaciones Básicas
en Barriadas que ha posibilitado la rehabilitación así como,
la construcción de infraestructuras necesarias para el
desarrollo de la vida vecinal en todos los barrios de
nuestra ciudad.
Además, como representante de las cuatro culturas que
conviven en nuestra ciudad, ha defendido y proporcionado los
recursos necesarios para potenciar sus tradiciones; templos,
cementerios y celebraciones religiosas. Acompañando y
participando junto a todos los líderes religiosos, en los
diferentes acontecimientos organizados.
Jamás, un Gobierno había destinado tantos recursos al objeto
de alcanzar el objetivo prioritario de potenciar nuestras
tradiciones. Los ciudadanos podemos observar como se
engalanan nuestras calles durante la celebración de la
Semana Santa o de la Fiesta del Ramadán, entre otras. Como
se organizan diferentes eventos, deportivos y culturales,
que completan estas celebraciones. En definitiva, un
Gobierno de Ceuta que representa a la totalidad de su
ciudadanía sin exclusiones por razón de credo religioso como
demuestra, el hecho cierto, de confeccionar un ejecutivo
integrado por cristianos, musulmanes, hindúes y hebreos.
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