¿Qué protestan ustedes? ¿Qué la
palabra “paternalismo” viene del “pater”, padre, latino?.
Pues se equivocan, eso era antes de la genuina era de la
Moral del Baboserío. Hagan caso de mi diáfana inteligencia
superficial y convénzanse de que, paternalismo tiene su raíz
en la palabra francesa “Paté de foie” que no es foei gras,
sino pasta de hígado de pato y como tal, palabra untuosa y
blanduja. Untuosa como todo lo referente al fenómeno de la
inmigración donde, hasta el término “inmigrantes” hay que
pronunciarlo con una especie de deglución blanda y babosa .
Curioso. Pero no me negarán que, la actitud del Gobierno
hacia la avalancha inmigratoria y antes los países emisores
de inmigrantes es de una especie de paternalismo lacrimoso y
se asocian al “vienen huyendo del hambre y de la miseria”
eso si, huyen con sus teléfonos móviles y cuando llegan
llaman a sus casas, lo que siempre me ha extrañado porque,
en las chozas con techo de paja donde habitan las pobres
gentes que se asocian a las sequías y a la hambruna, no
acostumbran a tener línea telefónica. Curioso. Sobre todo
cuando el Ejecutivo habla de un Pacto para la Inmigración,
mientras los Populares presentan cien medidas sobre el tema.
Nada que no se haya dicho antes y ninguna solución eficaz. Y
mucho menos respetar los derechos humanos y las
sensibilidades de los españoles, que tenemos derecho a
decidir en referéndum que tipo de inmigración queremos, como
la queremos, si la queremos o no la queremos y a quienes
queremos. Como en Suiza. Les aseguro que, el primer partido
político que se acerque a la ciudadanía con una muestra de
auténtico respeto y proponga, de inmediato, convocar un
referéndum y respetar estrictamente sus resultados, ese
tiene ganadas las próximas elecciones generales.
Porque todos tenemos derecho a opinar y no a que opinen por
nosotros los compromisarios de un determinado partido o los
ministroides reunidos en petit comité. El futuro de nuestros
hijos y de nuestros nietos no puede estar en el capricho
electoralista ni en las ganas de “quedar bien” de un grupo
de políticos. Queremos que se nos oiga. Y, que, el
paternalismo de paté de foie de los partidos se dirija,
antes que a la inmigración, a nuestras familias y se
muestren con los españoles tan caritativos, exquisitos,
presurosos y protectores como con la inmigración.
Curioso. Y curiosidades. En el periódico La Opinión de
Málaga del día de ayer venía una amplia entrevista con Luis
Ayala, Subdirector General de Estudios Presupuestarios del
Ministerio de Economía. Un técnico socialista y un experto
en materia económica que dice “La inmigración siempre tendrá
un balance económico negativo” y continúa diciendo
“Indudablemente, la inmigración introduce una gran presión
sobre el gasto público, porque son personas que demandan
servicios sanitarios y educativos. Si hacemos un balance
fiscal de la inmigración, va a ser siempre negativo, porque
siempre van a aportar menos de lo que necesitan. En
Alemania, por ejemplo, se ha calculado que para que un
inmigrante compense con sus contribuciones lo que recibe del
sector público es necesario que pasen veintiséis años”.
Lo dice un subdirector, experto y socialista. Hablando
técnicamente, sin paternalismos ramplones y sin tratar de
hacer comulgar a los españoles con mentiras piadosas del
tamaño de las ruedas de un tractor. Voto al Partido Popular
y exijo que, mi partido me aclare la realidad y me hable con
datos concretos y no que sea un socialista el que me cuente,
nos cuente las verdades. Continúa la entrevista y se le
pregunta a Ayala “¿No lo considera una fuente de riqueza de
cara al futuro?” Y el experto responde “Está claro que la
inmigración influye de forma positiva sobre determinados
grupos, como la construcción, servicios intensivos de
cuidados a mayores y del hogar, pero son siempre sectores
poco productivos. Y ese es el modelo económico que estamos
consolidando, que no es bueno para la economía en el largo
plazo. Hace 10 años en España había 10.000 personas
trabajando en el servicio doméstico, hoy son más de 300.000.
Eso va a generar desigualdades sociales cada vez más
fuertes” Y en titulares: “Constata que los inmigrantes
suponen un coste mayor al de sus aportaciones y alerta de
que las desigualdades sociales en España han dejado de
frenarse por primera vez en 40 años”.
Oigan, la primera vez que leo a alguien que cuenta una
verdad desde el punto de vista económico y razona con datos
en la mano, sin hacer alusión a los Derechos Humanos, el
respeto de las garantías y toda la parafernalia lingüística
del paternalismo de salón enmoquetado y de congresos
elitistas con Pensamiento Único como denominador común.
“Queda bien y da buena imagen” el sobreactuar con excesos de
garantismos, caridades y virtudes lacrimosas. Vale, perfecto
para el marketing político de cara a los titulares en prensa
“Las cien medidas del PP”. Yo me ahorro noventa y con diez
me basto y me sobro, porque la excesiva palabrería, ni llega
ni impacta. Impacta un titular en letra grande y roja donde,
un fulano socialista como el tal Luis Ayala, que habla con
las cuentas en la mano, va y suelta “La inmigración siempre
tendrá un balance económico negativo”. Y nos quedamos a
cuadros y con una amarga sensación de que, los políticos,
todos los políticos, nos están estafando con sus fábulas de
payasos pontificadores, vendiéndonos la moto de la
extraordinaria riqueza que genera la inmigración, cuando es
mentira. Y el pueblo lo siente, porque cada vez hay más
pobres en las calles, en España se ha incrementado la
tuberculosis hasta el punto de que hay regiones donde ya se
está aplicando el protocolo sanitario, los extranjeros cada
vez son más en las cárceles españolas, las bandas
sudamericanas y albanesas nos tienen aterrorizados y los
especuladores inmobiliarios hacen su agosto alquilando pisos
de mierda a más de mil euros para que se metan los
inmigrantes de doce en doce alquilando las camas. Curioso. Y
lógico, las agencias de envío de dinero hacen por el
contrario su agosto y los euros salen de España a chorros en
lugar de ser reinvertidos aquí, salen hacia los países de
origen donde son fuente de riqueza, riqueza allí y pobreza
extrema aquí. ¿Dónde pone en las cien medidas paternalistas
del PP una serie de medidas rigurosas para poner coto a esta
situación? ¿Qué los extranjeros delincuentes sean
expulsados? Vale. Tipo Ministro Sarkozy que ha deportado ya
a veinticinco mil inmigrantes, sin que el hecho de que
hubiera familias con numerosa prole en edades escolares le
haya causado el menor dilema moral. Que se expulse a los
ilegales, a los delincuentes y a sus familias, con todas las
garantías y la declaración de los Derechos Humanos grabada
sobre una cerámica de Talavera.
El PSOE y su pacto untuoso, el PP y sus medidas cursis, pero
ningún partido tiene la coherencia, la honradez y la
vergüenza de llamarnos a referéndum que es lo que demandamos
y que sea el pueblo y no sus presuntos “representantes” que,
a la hora de opinar se representan a ellos, que seamos los
españoles quienes decidamos lo que queremos para el futuro,
si queremos inmigración exclusivamente de la UE, ya que se
avecina la avalancha de rumanos, una vez entre Rumania en el
club, si queremos sudamericanos o si queremos de otros
países.
Quien convoque el referéndum sobre la inmigración demostrará
respeto a nuestras sensibilidades. Y nadie hablará de los
manidos y abaratados conceptos de “rassismo” y “xenofobia”,
porque, precisamente para evitar, prevenir y neutralizar
tales fenómenos y que no nos pase como en Dinamarca, Italia,
Bélgica, Suecia y Francia, donde la extrema derecha crece
como la espuma, lo mejor es que, sean los españoles quienes,
desde la verdad y la autenticidad, decidan. Antes de que la
situación se agrave, la saturación comience a captar
voluntades y el pueblo comience a decir, estrepitosamente lo
que piensa y no manifiesta por auténtico temor. Paternalismo
de paté, para recoger los idearios blandos e inconsistentes,
grimosos y grumosos y untárselos en el culo a los políticos.
Hoy me siento defraudada y avergonzada. En el congreso
Popular, el candidato Arenas mendigando votos a una
izquierda que vota a la idea que no a la persona, como los
populares votan a la no izquierda y nos tenemos que joder
con quienes designan de cabecera de listas desde Madrid. La
izquierda jamás votará a los populares, ni la derecha a los
socialistas, aun estando desengañados los unos y los otros,
porque la democracia se fragua en las urnas y queremos que
nos convoquen y decidir y enamorarnos de las ideas y que nos
digan la verdad. Me siento ofendida y humillada al pensar
que no han sido los “míos” sino un Subdirector socialista
como Luis Ayala el que me haya dicho la verdad de que la
inmigración siempre tendrá un balance económico negativo. Y
esas explicaciones no me las ha dado Rajoy, ni Arenas con su
“hambre de poder”, ni Zetapé con sus buenismos ñoños. Ni el
tontilucio despistado del ministro Caldera. Todos nos han
engañado. Y tiene que venir un técnico para proclamar
verdades que “no venden” o que ellos creen que “no venden”.
Un solo mensaje: Payasos pontificadores, dejaros de parchear
la realidad con vuestra moralina de paté de foie y convocad
un referéndum. Los españoles estamos aquí y queremos
existir.
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