La valla fronteriza que separa Marruecos de Ceuta acogió una
pequeña concentración que quiso recordar a los 14
inmigrantes subsaharianos que murieron hace un año durante
los asaltos masivos a los vallados de las dos ciudades
autónomas españolas en el norte de África. Los manifestantes
llevaban pancartas en las que se leía: ‘Basta ya de muertos
en la frontera’, ‘¿Quiénes eran?, ¿Quién disparó?’,
‘Exigimos una investigación independiente y pública y el
juicio de los responsables’, ‘La frontera mata’, ‘Abajo la
sirga de la muerte’, ‘Homenaje a las víctimas de Ceuta y
Melilla’. También gritaron eslóganes como ‘No más muertos en
el Estrecho (de Gibraltar)’.
No se acercaron a la valla
Las fuerzas de seguridad marroquíes que vigilan el perímetro
fronterizo impidieron a los manifestantes acercarse hasta la
valla, por lo que la manifestación tuvo que celebrarse a
cierta distancia de la misma. Cinco de los manifestantes,
que representaban a las cinco víctimas del 29 de septiembre
de 2005, se estiraron en el suelo y fueron cubiertos con una
tela blanca sobre la que fueron depositadas varias decenas
de crisantemos rojos.
Las asociaciones convocantes, entre las que figuran la
Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), Attac, y el
Consejo de emigrantes subsaharianos en Marruecos, divulgaron
un comunicado en el que reclaman una investigación
‘imparcial y pública’ sobre las circunstancias de la muerte
de catorce inmigrantes en las vallas fronterizas de Ceuta y
Melilla hace un año. Además reclamaron que se protejan los
derechos de toda persona que entre en España. Exigieron
también que la Unión Europea o sus países miembros no
ejerzan “presiones económicas o políticas” sobre los países
de tránsito de la inmigración subsahariana, como es el caso
de Marruecos.
Denuncia
Por otro lado, la Federación de Asociaciones SOS Racismo ha
documentado una serie de violaciones de los derechos humanos
de un total de 379 inmigrantes subsaharianos que en el año
2005 intentaron cruzar sin papeles la zona fronteriza de las
ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, cometidas por
oficiales argelinos, marroquíes y españoles.
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El lado español acogió la concentración de Melilla
Un año después de que las vallas
de Ceuta y Melilla vivieran una de sus mayores tragedias con
la muerte de doce subsaharianos al intentar saltar la
alambrada, varias organizaciones y particulares recordaron
ayer en un acto estos hechos luctuosos y la necesidad de
evitar que se repitan. “Ningún ser humano es ilegal” fue uno
de los mensajes del manifiesto Estatal por los Derechos de
los Emigrantes leído por la presidenta de la Asociación Pro
Derechos Humanos (APDH) de Melilla, María del Mar Domenech,
durante esta concentración cuya convocatoria también tuvo
lugar en diversas ciudades europeas y africanas. El
manifiesto recriminó a los Gobiernos “por ser
corresponsables de la violación de derechos humanos” como el
de la libre circulación o el de asilo. Exigieron que “los
autores de los asesinatos en las vallas de Ceuta y Melilla
sean castigados”.
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