Se rompió la racha y el Goyu-Ryu no pudo sumar los tres
puntos en las instalaciones deportivas de Granada’92, como
sucediera la pasada temporada.
Pero no sólo el hecho de caer en campo granadino fue la nota
negativa de este desplazamiento de los gimnasta. Badredin
acabó en el hospital, con un hombro mal parado, con lo que
la enfermería del Goyu-Ryu se encuentra abarrotada.
Las cosas de inicio no pintaban bien para los de Damián
Torres, ya que vio como se quedaba con diez jugadores sobre
el terreno de juego en el minuto 12 de partido.
Fue Luís el jugador que hubo de visitar las duchas antes de
tiempo. Este hecho trastocó todos los planes de los
gimnastas, y en especial de su técnico Damián Torres que ya
viajaba a Granada justo de efectivos.
Torres hubo de modificar el dibujo táctico, renunciando a un
hombre de ataque como Alberto, para dar entrada a Badredín
que no estaba al cien por cien, puesto que ya en el último
partido en el Benoliel hubo de ser sustituido.
A pesar de estar con un hombre menos sobre el campo, el
conjunto del Goyu-Ryu fue el dominador del juego y Maki
hacía buenas las fuerzas de sus compañeros subiendo el
primer tanto al marcador, en el minuto 21.
Con este resultado, se llegaría al descanso, que no fue
bueno para los gimnastas.
A los 21 minutos de la reanudación, los de Damián Torres
vieron como Baitán ponía la igualada en el marcador. Pero
dos minutos duró la incertidumbre. Alfredo adelantaba de
nuevo a los suyos.
A pesar de seguir contando con las ocasiones más claras,
jugar desde los doce minutos de juego con un hombre menos ya
comenzaba a pesar tanto en las piernas como en las ideas de
los jugadores amarillos. Y fruto de ese cansancio hizo que
de nuevo los granadinos consiguieran empatar el encuentro, a
la salida de un corner, con un centro que Fran Heredia no
dejó escapar.
Y dos minutos después se produjo la desgraciada jugada que
provocó la lesión de Badredin y que acabó con el jugador en
el hospital.
Para mayores males, con el tiempo ya consumido, Fran Heredia
conseguía adelantar a los suyos, dejando e marcador en el
tres a dos definitivo, y con la impresión en el seno
gimnasta de haber perdido los tres puntos en liza, pero con
un buen juego desplegado.
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