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El jardín de los bonsais fue una
célebre sección radiofónica en el programa del maestro Luis
del Olmo que marcó un hito en la radiodifusión española con
su ‘Protagonistas’.
En esta sección, que nació en la década de los ochenta
cuando se hizo público el cariño que Felipe González
profesaba al arte del cultivo de los mini árboles; la
ironía, la sorna y hasta el escarnio era la guisa cotidiana
de este espacio donde las imitaciones graciosas de los
políticos de actualidad provocaban la carcajada de una
audiencia millonaria . Comenzó entonces a tomar cuerpo el
término ‘jardín’ como nudo gorgiano insalvable ante
cualquier situación sobrevenida como consecuencia de que
alguien se hubiera metido él solito en un lío del que le
fuera difícil salir. De ahí que la frase “se metió en un
jardín del que no pudo salir en condiciones” es muy
fácilmente aplicable a cualquiera que, por desconocimiento,
atrevimiento (es muy osada la ignorancia), se complica en
exceso la vida, sencillamente porque las, a veces, reducidas
capacidades de quien ostenta alguna responsabilidad
adquirida no por méritos, suelen provocar tales
desaguisados.
Tal es así que -centrándonos en el tema- si bien es cierto,
comprobable y absolutamente riguroso que el Partido Popular
de Andalucía siempre abogó por una especial cordialidad y
sentimientos hacia las ciudades de Ceuta y Melilla, la
consecuencia de un mal empleo de la terminología en un
comunicado, ha provocado la fácil crítica de la oposición
porque -probablemente- falló algún recurso histórico de
recién llegado como para emitir con exactitud y propiedad lo
que va a escenificarse esta tarde en Málaga, en mitad de la
Convención del PP-A en relación a Ceuta y Melilla. Esos
sentimientos de apoyo constante de los populares a la
realidad ceutí junto a Andalucía es lo que va a quedar
refrendada en la capital de la Costa del Sol. El
hermanamiento empleado ayer hay que considerarlo, en
realidad, como “término coloquial” y lo de esta tarde es la
mera culminación de los compromisos que hace un año se
adoptaron tras los sucesos de la valla. Era así de fácil.
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OPINIÓN / EDITORIAL
