El recinto del Hospital Español en Tetuán es un compendio de
infraestructuras dedicadas a fines sociales. A pesar de que
se han acometido reformas en dos de los edificios (el que
sirve de guardería y el de la maternidad) todavía es
necesaria la mejora de la mayoría de los exteriores de los
inmuebles. La dirección del centro, encabezada por José
Carlos Iribas -administrador del Hospital Español- recuerda
al Ministerio de Exteriores que estas instalaciones prestan
servicios básicos a la población española residente en
Marruecos, así como a los ciudadanos marroquíes cuyo nivel
de ingresos les mantiene alejados de los servicios
sanitarios y sociales. Por tanto, la dirección del antiguo
Hospital Militar Español -nacido con el Protectorado-
considera estrictamente necesaria la puesta en marcha de
obras de reforma en los edificios del recinto, sobre todo en
aquellos que se destinan a tareas administrativas, que
presentan numerosas grietas en paredes y tejados “con riesgo
de derrumbarse”, indica Iribas.
Dedicación social
El recinto del Hospital Español alberga una sede de la AECI
(Agencia Española de Cooperación Internacional), un edificio
para la maternidad gestionado por una asociación catalana,
el centro educativo Juan de la Cierva, una guardería que
manejan las Hermanas de la Caridad o la Residencia de
Ancianos, dedicada al cuidado de los mayores, residentes en
Marruecos aunque de nacionalidad española. La demanda más
urgente es la que se refiere a los edificios con finalidad
administrativa que presentan deficiencias estructurales, así
como el campo que rodea el complejo residencial -donde antes
se ubicaban las caballerizas y los establos-, en parte
abandonado y necesitado de mejoras esenciales.
Ampliar contenidos
Desde la dirección del recinto se perfila la idea de ampliar
los contenidos de los programas de actuación social que
desempeña el Hospital Español en Tetuán y alrededores. Por
parte de la administración, hay “ganas” de extender los
planes de asistencia y cooperación aunque supeditan, en
parte, la decisión a la mejora en materia de
infraestructuras y al apoyo institucional.
A pesar de que los ciudadanos españoles han ido reduciéndose
en número desde la consecución de la independencia marroquí,
en el año 1956, todavía queda un pequeño grupo que continúa
viviendo en el país. A cierta edad, o cuando no se pueden
mantener por sus propios medios recalan en la residencia del
Hospital. “Es un trabajo importantísimo”, recalca José
Carlos Iribas que apuesta por ampliar la oferta social
prestada hasta el momento.
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