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Quizá el titular pudiera resultar
de concepción fácil pero el hecho de que para algunas
regiones todo sean facilidades para su evolución económica y
para otras no, supone un cierto mosqueo para aquellos
territorios de la España plural que no llegan a aportar por
todas las ‘x’ razones que fueren el PIB que sí pueden
hacerlo las que son más ricas.
Así las cosas, Cataluña, por poner un caso claro que ha
provocado incluso dimes y diretes entre los santísimos
barones del PSOE (Ybarra, entre otros’ por poner un sencillo
ejemplo), ha exigido al Estado mediante la aprobación de su
peculiar Estatuto donde se consideran Nación (Ybarra dijo
“por mí como si se consideran extra terrestres, yo seguiré
estando en contra”), el ingreso -mediante inversión directa
estatal- del 18% del PIB que dicen aportar a las arcas del
Estado.
La aceptación por parte del Gobierno central de tal petición
- ‘extorsión’- implica ceder para que cada vez Cataluña sea
más rica. ¿Por qué a Cataluña, o al País Vasco se les
permiten ciertos aspectos que tienden a su mayor
dinamización económica y por tanto a una cada vez mayor
diferencia en riqueza respecto de las demás regiones del
Estado?.
A las pruebas nos remitimos, es un hecho que, ha sido la
primera vez en una década en que la Reforma Fiscal realizada
por el Gobierno no contempla ningún avance, por poco que
este fuese, del Régimen Económico y Fiscal de Ceuta.
La propuesta realizada por el PP en el Senado en aras a
lograr relevantes mejoras para incentivar el establecimiento
de empresas en la Ciudad Autónoma y el que los empresarios
ceutíes puedan impulsar su crecimiento en la península, ha
sido rechazada frontalmente por el PSOE, por CIU, por ERC,
por PNV, por IU... Por lo que Ceuta tendrá que seguir
sentada en un rincón, en el de los pobres y en actitud
pedigüeña. Parece que es mejor que Ceuta no crezca
economicamente. Es más fácil darnos pescado y el justo,
antes que facilitarnos las artes de pesca. Impresionante.
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OPINIÓN / EDITORIAL
