Un buena forma de demostrar la responsabilidad corporativa
de las grandes empresa que operan en la Ciudad Autónoma, la
Protectora de Animales necesita a su vez de alguna entidad
benefactora para mejorar su situación. El presidente de la
asociación, Federico Carrasco, apeló ayer a la conciencia de
empresas que deseen aportar un patrocinio generoso o
constituirse como “socio honorífico”. Este colectivo recibe
una subvención anual por parte del gobierno de la ciudad de
32.000 euros y unas cuotas mensuales que alcanzan los 1.400
euros gracias a sus socios. A cambio, acogen, alimentan,
cuidan, vacunan y un largo etcétera a 210 perros y 97 gatos.
El personal está compuesto por un empleado y unos 15
voluntarios de los que tres -en el que se incluye un vocal
de la Directiva- acuden diariamente a la Protectora para dar
de comer a los animales y limpiar las instalaciones.
El presidente de la asociación es consciente de las mejoras,
que poco a poco, se están realizando en las instalaciones
gracias a la colaboración de la administración ceutí pero
considera que todavía queda mucho trabajo por hacer. “Las
instalaciones son viejas y obsoletas. Tenemos algunas
perreras que se cambiaron hace tres años pero muchas tienen
más de 20”, señaló. Además, la Protectora, según su
presidente, tiene un desagüe que no funciona correctamente y
muchas jaulas oxidadas.
La necesidad de mejorar la distribución de ejemplares se
hace patente una vez que se entra en el recinto, puesto que
cohabitan en las mismas jaulas hasta cuatro perros de
diferentes razas. “Colocamos a los animales más dóciles
juntos de forma que los más agresivos o los que resultan
incompatibles se ubican en zonas diferentes”, añadió.
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