El delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro García-Arreciado,
respondió ayer a las preguntas de los periodistas durante el
acto de celebración de los Santos Ángeles Custodios,
patrones de la Policía Nacional, acerca de los motivos que
había tenido el Gobierno español para ceder a las
condiciones marroquíes y decidir así retornar los
todoterrenos a Algeciras para ser de nuevo embarcados rumbo
al puerto de Tánger.
Aunque no ha sido muy explícito en sus declaraciones, ha
confirmado que el resultado final de la negociación ha
finalizado con la decisión de no hacer pasar los coches por
El Tarajal y, aunque su destino sigue siendo Marruecos, ha
dicho desconocer el itinerario que los vehículos van a
seguir hasta llegar a tierras del reino de Mohamed VI si
bien todo apunta a que la ruta elegida sea la que cubre el
ferry de la línea Algeciras-Tánger.
García-Arreciado ha dicho también que “hay que tener delante
todo el tablero de ajedrez como lo tiene el Gobierno” para
entender lo sucedido y “si la ficha final que ha movido el
Gobierno es un poco agresiva para Ceuta es porque el balance
final y los intereses del Estado pasan por más vectores que
aconsejan llegar a este final”.
Críticas al PP
Con respecto a la posibilidad de que se impusiera esta
decisión al monarca alauí, dijo que: “una parte de la
derecha española no entiende que Marruecos es soberano y ya
no es un protectorado y que, por lo tanto, no se le puede
imponer nada”.
Aunque ha reconocido que esta solución final también le ha
sorprendido a él y puede, incluso, “llegar a resultar
molesta” ha asegurado que es la mejor decisión porque “el
balance final de defensa de los intereses generales del
Estado ha aconsejado llegar a ese acuerdo”.
Actitud marroquí
Ante las quejas por la falta de reconocimiento de Ceuta por
parte de Marruecos y lo que esta decisión supone,
García-Arreciado ha dicho que ésta es una “constante
histórica” y que la realidad de las relaciones exteriores
“es poliédrica y tiene muchos vectores” y ha asegurado que
“estamos en un proceso con la cédula de reflexión
hispano-marroquí en la que vendrán tiempos en los que las
relaciones puedan ser más normales pero hoy son las que
son”.
Con respecto a las pretensiones marroquíes sobre Ceuta y
Melilla, ha dicho que “su reivindicación es esencial en su
política exterior algo que nos puede molestar pero es la
realidad jurídica en la que se mueven”.
|